Madrid es el ‘agujero negro’ laboral que se lleva a la mayor parte de los asalariados que salen de Castilla y León, casi 6.000 el año pasado, junto a Cataluña y Andalucía
ICAL. «La ausencia de unos salarios atractivos está expulsando al talento y los jóvenes de Castilla y León». La denuncia del secretario general de CCOO, Vicente Andrés, queda ilustrada por los datos que facilita la Agencia Tributaria en su informe sobre ‘Movilidad en el mercado de trabajo’, donde se constata que los casi 13.000 trabajadores que se marcharon en 2018 de la Comunidad a otros territorios de España para ganarse la vida, lograron subidas salariales del 18,6 %, frente al alza media de las retribuciones en Castilla y León del 2,6 %.
El informe constata que en 2018 abandonaron Castilla y León, un total de 12.576 trabajadores a favor de otros territorios, cuando entraron desde otras autonomía a trabajar a la Comunidad 7.648, es decir, el saldo fue negativo en casi 5.000 personas (4.928). El número de asalariados que se marcharon aumentó respecto a 2017, un 2,1 %, mientras que los que entraron en la Comunidad, sólo subieron un uno por ciento.
La información difundida por la Agencia Tributaria pone de relieve que los trabajadores que se marcharon de la Comunidad, salieron con un salario medio anual de 23.116 euros, lo que supone una importante alza del 18,6 por ciento respecto a 2017, por encima de la subida media nacional del 14,7% para los asalariados que decidieron cambiar de territorio, con 22.310 euros.
La subida salarial media en la Comunidad fue en 2018 del 2,6 %, desde los 18.783 euros de 2017 hasta los 19.288 euros, cuando la media nacional creció un 3,3 %, hasta los 19.809 euros. Asimismo, los trabajadores que llegaron a Castilla y León recibieron unos salarios anuales medios en 2018, de 21.743 euros, un 12,8% más que en 2017, pero también inferiores a la media en para el conjunto de las autonomías.
«Se va mucho talento y muchos jóvenes por los salarios. Castilla y León es la autonomía en la que menos suben«, dijo el dirigente sindical, quien denunció que Cecale «recomienda y practica» esta «cuestión antipatriótica». «Cecale pide contención de los salarios y que suban por debajo de lo pactado a nivel nacional, y la gente se va. No puede haber competencia con bajos salarios», sentenció Andrés a Ical.
En este sentido, su homólogo de UGT, Fustino Temprano, reivindicó que en 2020 «todos los salarios, por convenio colectivo, sean de un mínimo de mil euros mensuales» y apostilló: «Como sabemos que es difícil, pedimos al Gobierno que el salario mínimo interprofesional esté en mil euros al mes».
Destino
Un análisis de la movilidad territorial revela que Madrid es el ‘agujero negro’ laboral que se lleva a la mayor parte de los trabajadores que salen de Castilla y León. En concreto, el año pasado se fueron a la autonomía madrileña 5.766 asalariados de la Comunidad, seguida esta autonomía de lejos por Cataluña, con 1.144, y Andalucía, con 844.
En cuanto a los trabajadores que escogieron Castilla y León para ganarse su sustento, destacaron los 2.617 que llegaron desde Madrid, y los 847 que se decantaron por la Comunidad, desde Andalucía, y muy de lejos.
Sexo, edad y nacionalidad
Los datos recopilados por la Agencia Tributaria indican que, por sexo, se marcharon a trabajar fuera 6.588 hombres y 5.988 mujeres, y se trasladaron a la Comunidad, 4.282 varones y 3.366 féminas. La brecha salarial se mantiene dentro y fuera de las fronteras de la Comunidad, ya que los hombres se marcharon con sueldos de 25.741 euros, mientras que las mujeres lo hicieron con retribuciones de 20.228. Los varones que llegaron a la Comunidad ganaron 23.902 euros frente a los 18.996 euros de las mujeres.
Asimismo, por grupos de edad, el año pasado salieron de Castilla y León para ganarse el pan 1.198 trabajadores menores de 26 años, frente a los 599 que llegaron a la Comunidad. Los que se marcharon lo hicieron con un salario medio de 16.039 euros, frente a los 12.632 euros que cobraron los que apostaron por Castilla y León para trabajar.
El grupo de jóvenes de entre 26 y 35 años, fue el que experimentó los mayores flujos de salida, con 6.701 personas, cuando sólo llegaron 3.357 de esa edad a trabajar a la Comunidad. Los que se fueron lo hicieron con salarios medios de 21.913 euros, frente a los 21.475 euros para los que llegaron.
El informe también precisa que el colectivo de entre 36 y 55 años, sufrió la salida de 4.240 personas a trabajar fuera, con un salario medio anual de 25.987 euros; frente a los 3.252 que llegaron con sueldos de 23.491 euros.
El tramo de mayores de 55 años registra el proceso contrario, ya que se marcharon 437 trabajadores de esas edades pero llegaron 440. Eso si, las diferencias salariales son enormes, ya que lo que se fueron lo hicieron con salarios medios de 33.097 euros, mientras que los que llegaron cobraron 23.268.
Un análisis de la nacionalidad de los trabajadores, revela que se marcharon a trabajar de Castilla y León el año pasado, 11.620 españoles, y llegaron 6.933, con salarios medios de 23.974 y 22.619 euros, respectivamente. En el caso de los extranjeros, se fueron a otras autonomías 956 y llegaron a trabajar a Castilla y León, 715, con sueldo muy inferiores a los de los nacionales, con 12.686 y 13.246 euros, respectivamente.
Provincias
Un análisis provincia de los flujos de salida hacia otras autonomía revela que en 2018 se marcharon a otras zonas de España, 2.548 trabajadores de León; 2.198 de Valladolid; 1.920 de Salamanca; 1.514 de Burgos;1.255 de Ávila; 1.162 de Segovia;735 de Zamora; 696 de Palencia; y 548 de Soria.
En cuanto a los asalariados que llegaron a Castilla y León, se contabilizaron 1.582 en Valladolid; 1.372 en León; 1.147 en Burgos; 1.009 en Salamanca; 703 en Segovia;667 en Ávila; 415 en Palencia; 369 en Zamora; y 303 en Soria.
