La Consejería de Sanidad ultima un ambicioso plan de telepresencia que permitirá conectar en tiempo real hospitales, centros de salud y servicios de emergencia de la Comunidad, de modo que un especialista pueda prestar asistencia remota.
S. Calleja/ ICAL. Servirá, primero, para actuar ante patologías tiempo dependientes, tales como ictus, infarto y sepsis, y en una nueva fase para evitar traslados innecesarios de pacientes, agilizar las consultas, descongestionar las listas de espera y avanzar en el problema de déficit de profesionales en algunos centros.
Así lo avanza a Ical el gerente de Sacyl, Manuel Mitadiel, quien precisa que en un mapa sanitario como el de Castilla y León, donde los profesionales del medio rural están solos y con medios diagnósticos muy escasos; donde el médico de Familia necesita consultar sus dudas para no «inundar el hospital derivando pacientes», el uso de la telemedicina es «algo absolutamente básico».
El plan ha arrancado ya con la atención del ictus y dará paso al infarto y a la sepsis, todas patologías donde el tiempo de atención es muy importante para la supervivencia o las consecuencias de la enfermedad. Para ello, Sacyl ha comenzado a desplegar la tecnología en varios centros y prevé un despliegue «importante» a lo largo del primer trimestre del año.
En concreto, quiere que en marzo todos los hospitales estén conectados para poder operar con estas patologías. De hecho, en estos momentos ya es posible en los hospitales de Ávila, Zamora y Palencia que operan con la unidad de ictus del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, de la que dependerá también Segovia. Una vez que la de Salamanca esté operativa las 24 horas, Ávila y Zamora pasarán a trabajar con el hospital charro. Mientras, el Bierzo se conectará con León, y Soria, con Burgos.
De forma paralela, Sacyl quiere aplicar el uso de la telemedicina en los puntos de atención continuada, y comenzará a extenderla en aquellos que estén más alejados de un hospital. Para este desarrollo se marca un plazo de seis meses, tiempo en el que también quiere comenzar a probar sus ventajas en una ambulancia medicalizada. De momento, el mapa no está definido, algo que marcará el plan de atención continuada, emergencias y urgencias hospitalarias, en el que trabaja este departamento y que no tardará en ver la luz.
«La tecnología tiene que ayudarnos a mejorar la calidad de la atención a los pacientes; tiene que ayudarnos a atender lo antes posible determinadas patologías que dependen de que se atiendan muy pronto, y nos tiene que ayudar a que el profesional se sientan un poco más tranquilos, más seguros, sabiendo que no están solos, sino que tienen compañeros del otro lado de la pantalla que les pueden ayudar a resolver los problemas, porque la situación ahora en muchos de los casos es muy compleja, se trata de un equipo solo con un equipo diagnóstico muy elemental que tiene que tomar decisiones con mucha falta de información», precisa a Ical el gerente de Sacyl.
Despliegue
El despliegue del plan ha arrancado ya con la compra de los primeros 225 equipos de telemedicina, con una inversión de 900.000 euros. A esta cifra, se sumarán 300.000 euros para el pago de licencias. Se trata de un punto de partida, puesto que se adquirirán nuevos equipos de manera paulatina a lo largo del año. Son cámaras de muy alta definición, con una gran versatilidad, que permiten que el médico del hospital pueda ver al paciente que se encuentra en otro punto, y observar detalles que por las características de la tecnología mejoran la visión del ojo humano. Entre el médico de Familia o Urgencias y el especialista, podrán hacer una primera valoración, sin trasladar al paciente, que determine el diagnostico, tratamiento o si hay que derivarlo al hospital.
El abanico que abre este ambicioso plan es «infinito». Así, por ejemplo, ante el déficit de profesionales en algunas especialidades, como en Dermatología, servirá para apoyar a los médicos de Familia y que sean más resolutivos, que remitan aquello que sea «estrictamente necesario», explica Mitadiel.
«El origen del plan fue el código ictus, código infarto y código sepsis; ver cómo podíamos resolver de la manera más rápida patologías en las que el tiempo es importantísimo, pero empezamos a plantearnos utilizarlo para más cosas, más en una comunicad tan extensa como esta. Ver cómo atendemos a un paciente en los bordes de la Comunidad, a 100 kilómetros, a 70, a 80 del hospital más cercano, con unos médicos y unas enfermeras con unos instrumentos diagnósticos limitados. Vamos a ver cómo podemos facilitar que se derive lo que se tenga que derivar y el resto se diagnostique y se trate con el apoyo de los servicios de urgencias o del hospital adecuado», resume el gerente de Sacyl.