- Aumentará la cuantía de las prestaciones de dependencia y reducir las listas de espera
- Apuesta por “corregir” las “debilidades y los desgastes acumulados” del sistema autonómico para superar la crisis en Cataluña
- Las clases medias no se verán afectadas por la subida del IRPF
- Ningún centro que discrimine a los alumnos recibirá fondos públicos
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, expuso este sábado su programa de gobierno de coalición con Podemos en la primera sesión del debate de investidura que proseguirá este domingo. Sánchez desplegó una serie de medidas de calado social que generaron un indisimulado malestar entre los partidos de la derecha, que llevan semanas en bucle con la disolución de España, cuando se acababan de exponer medidas que precisamente cohesionarán a la sociedad y tratan de buscar una solución a la crisis catalana.
Los ricos ya no tendrán amnistías fiscales y pagarán más impuestos, aumentará la cuantía de las prestaciones de dependencia y reducir las listas de espera, apuesta por “corregir” las “debilidades y los desgastes acumulados” del sistema autonómico para superar la crisis en Cataluña. Las clases medias no se verán afectadas por la subida del IRPF y anunció que ningún centro que discrimine a los alumnos recibirá fondos públicos.
Los líderes del PP, de Vox y de Ciudadanos, que han atacado el acuerdo de coalición con Unidas Podemos, pero sobre todo su pacto con ERC. Casado amenaza con llevar a los tribunales a Sánchez si no requiere a Torra para que abandone la presidencia dela Generalitat y se explicó en insultar al presidente en funciones como hacía tiempo que no se veía a un líder político contra otro. Entre otras cosas, lo llamó «mentiroso», «fraude», «estafador», «charlatán» o «tirano de cómic» y aireó de nuevo a ETA, los batasunos y los años 90.
Inés Arrimadas, que tiene diez diputados y habla como si tuviera 50, utilizó asimismo un tono agresivo para avisar al presidente en funciones que tendrá muy difícil gobernar y sacar adelante proyectos con los compañeros de viaje que se ha echado, pero sin ofrecer sus diez diputados para que no sea necesario pactar con ERC. También pidió voluntarios entre las filas socialistas para protagonizar una suerte de ‘tamayazo’ de última hora.
Mientras se desarrollaba la primera sesión del debate de investidura, miles de personas de los barrios bien de Madrid convocadas por PP, Cs y Vox (aunque oficialmente los promotores eran ‘unos jóvenes’) se manifestaron contra el acuerdo de Gobierno y por la unidad de España.
Los ataques de la derecha no hicieron mella en el aparentemente buen entendimiento que reina en la actualidad entre Pedro Sánchez y el previsible vicepresidente, Pablo Iglesias, para desarrollar un programa social y d progreso, que antes se llamaba de izquierdas, y que tiene alborotada a la derecha.