A pesar de la censura por motivos ideológicos por parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento (PP y Cs), del concierto de Los Chicos del Maíz incluido en la programación municipal y con todas las entradas vendidas, la banda valenciana actuó en Salamanca, en la sala Potemkim con el aforo completo.
El público, mayoritariamente estudiantil, tenía prisa por verlos en concierto y los primeros estaban a las puertas del Potemkim dos horas antes del inicio de su actuación. La cola casi llegó hasta la Gran Vía.
El grupo valenciano sorteó la censura del equipo de gobierno del Ayuntamiento salmantino, que eliminó su actuación de la programación cultural municipal (pese haber vendido todas las entradas para su cita en el Caem) porque los raperos atentaban contra la concordia y los valores de la ciudad.
Los valores de un sector rancio que no pudo aguarle la fiesta a los jóvenes que asistieron al concierto. A decir verdad, allí había mucho «regocijo» y «jolgorio», como dijo aquel. En lugar de chicos asustados y escandalizados, había muchas peinetas al aire, seguro que con dedicatoria.
Se esperaba el apocalipsis, pero Los Chikos del Maíz actuaron y, contra todo pronóstico, el mundo sigue girando (o eso creemos).
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