Los padres de los alumnos del colegio público Campo Charro denunciaron la «inoperancia» por parte de Inspección y el abandono por el Ayuntamiento de Salamanca. Exigen a la Junta de Castilla y León que acometan diversas intervenciones de albañilería, fontanería y electricidad debido al pésimo estado en el que se encuentra el centro y que puede suponer un riesgo para el alumnado y equipo docente.
Tras varios años sufriendo goteras en los dos edificios del centro y sin poner solución al problema, al comienzo de este curso se ha desprendido el techo de una de las aulas de infantil, dejando a los niños y niñas de 3 años sin el espacio necesario para desarrollar una correcta actividad académica.
A día de hoy, a pesar de haber realizado arreglos en este edificio del centro, siguen teniendo problemas con las goteras, lo que les obliga a impartir las clases en los pasillos. Estas situaciones han provocado la perdida de material utilizado en el día a día y lo que es más grave, que una profesora cause baje, al menos durante los últimos días de la semana debido al estrés sufrido por todas estas situaciones.
Por otro lado, el centro sufre graves problemas estructurales como son las grietas que presenta el edificio de infantil, en las que se colocaron unos testigos por parte del personal del Ayuntamiento, que no tienen ningún tipo de seguimiento por personal cualificado y de los nadie se ha vuelto a preocupar. Las aulas del centro carecen de interruptores, teniendo que encender y apagar la luz con diferenciales, además de producirse frecuentes cortes de luz debido a la insuficiente potencia de luz suministrada. El edificio de infantil carece de alarma de incendios, los baños están en mal estado, y un largo etc.
Le siguen otras graves deficiencias y muy preocupantes como son el mal estado de la instalación de la calefacción, que provocó un incidente en el que se tuvo que desalojar a todo el personal y alumnado del colegio y al que tuvieron que acudir los bomberos. Además, algunos padres se encuentran especialmente preocupados por el mal estado de las tuberías, qué tras un análisis acreditado privado del agua, se ha podido comprobar que “no es apta para el consumo humano”, cuando llevan todo el curso bebiéndola.
Afirman que todos estos problemas que ya vienen de años atrás se ven agravados por la falta de comunicación que hay desde el equipo directivo hacia las familias. Estas solicitan ser informadas de cualquier situación que afecte al correcto funcionamiento del centro y más si cabe si pone en riesgo a sus hijas o hijos.
Por otro lado, un grupo de madres y padres ha creado una comisión preocupándose de realizar un informe de estado del centro, recogiendo firmas para pedir una solución a todos los problemas planteados.
Un padre declara “que desde la Junta de Castilla y León se ven claras intenciones de no apostar por lo público, donde la inversión cada vez es menor. Esto no quita para que sigamos luchando por la educación de los nuestros en unas condiciones adecuadas”.