Galán defiende que España tiene «por primera vez en años» un plan energético a largo plazo

El presidente de Iberdrola destaca que la compañía se ha adjudicado capacidad solar para duplicar su potencia renovable operativa en el país vecino, con una inversión de 200 millones, y adelanta que acudirá a la próxima subasta de eólica
David Arranz / ICAL El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, visitan las obras del complejo hidroeléctrico Tâmega que la firma eléctrica construye en el norte del país luso.
David Arranz / ICAL El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, visitan las obras del complejo hidroeléctrico Tâmega que la firma eléctrica construye en el norte del país luso.

 

El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, defendió este martes que España tiene ahora un plan energético a largo plazo de transformación de modelos que es similar al portugués y que ensalzó como ejemplo de certidumbre y seguridad jurídica.

 

Juan López/ ICAL.  El ejecutivo salmantino reconoció que se ha observado un «cambio muy importante en los últimos meses» que él no había conocido en los 20 años que ha dedicado al sector eléctrico, unas declaraciones que realizó tras visitar, junto al primer ministro luso, Antonio Costa, el complejo hidroeléctrico Tamega, en el norte del país vecino, que consta de tres presas y una inversión de 1.500 millones de euros.

«En las últimas dos décadas no he tenido la suerte de tener un plan energético con una visión de largo plazo. Ahora lo tenemos; y no dista mucho del portugués, pues progresivamente se irán cerrando todas las fuentes emisoras, sobre todo el carbón, y al mismo tiempo se van construyendo renovables. Hay un plan de construcción de decenas de miles de megavatios que sustituirán a las producciones de carbón y a fósiles», sostuvo Galán.

 David Arranz / ICAL El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, visitan las obras del complejo hidroeléctrico Tâmega que la firma eléctrica construye en el norte del país luso.

David Arranz / ICAL El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, visitan las obras del complejo hidroeléctrico Tâmega que la firma eléctrica construye en el norte del país luso.

Sin embargo, subrayó que para la compañía que preside «esto no es nuevo», pues lleva 20 años desarrollando la «transición energética, que empezó en Kyoto, no ahora en la Cumbre del Clima de Madrid, sino en el año 2000″, cuando, recordó, Iberdrola empezó a cerrar centrales de carbón y gasóleo para transformarlas en eólica primero y en solar e hidroeléctrica después.

En este sentido, incidió en que «no son modelos distintos» los de ambos países ibéricos y remarcó que en España «hay una línea muy clara» que será una realidad con el próximo Plan de Energía y Clima, que el Gobierno trasladará al Congreso de los Diputados y «que ha tenido todos los beneplácitos de la Comisión Europea». «Es ambicioso y racional, y pretende alcanzar los objetivos tomando medidas, no solo con buenos propósitos. Es un buen ejemplo el portugués, pero el plan español es sólido, bien hecho y ejecutable», sentenció.

 David Arranz / ICAL El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, visitan las obras del complejo hidroeléctrico Tâmega que la firma eléctrica construye en el norte del país luso.

David Arranz / ICAL El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, visitan las obras del complejo hidroeléctrico Tâmega que la firma eléctrica construye en el norte del país luso.

También aclaró que «durante años» no ha habido planificación y subrayó que «ahora la hay, con estabilidad y un marco determinado». «No tengo ninguna duda de que el criterio es que se haga de forma estable, equilibrada y en defensa de lo ejecutable», vaticinó el ejecutivo salmantino, quien recordó que las inversiones que precisa el sistema europeo, según Bruselas, son del orden de siete billones de euros. «Solamente se pueden alcanzar esas cantidades si hay un sistema estable, predecible y que respete el formato jurídico del momento. En estos momentos hay elementos para tener ese marco«, declaró.

Felicitaciones a Portugal

De hecho, durante la visita, Ignacio Galán transmitió a Antonio Costa que «emprender infraestructuras como esta», que calificó como «una de las mayores de Europa», solo es posible si se dispone de una «planificación clara, un marco estable, una seguridad jurídica y un diálogo permanente para buscar soluciones a las inevitables incidencias que pueden surgir a lo largo de su construcción y operación». Por ello, felicitó al primer ministro, además de por el proceso de recuperación económica experimentado por el país. «Partiendo de estas condiciones incentivadoras, el éxito de su programa económico y su agenda social han hecho que durante su mandato se haya incrementado la inversión extranjera directa hasta niveles récord».

 David Arranz / ICAL El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, visitan las obras del complejo hidroeléctrico Tâmega que la firma eléctrica construye en el norte del país luso.

David Arranz / ICAL El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, visitan las obras del complejo hidroeléctrico Tâmega que la firma eléctrica construye en el norte del país luso.

Este complejo hidroeléctrico, con una gigabatería solo menor que la instalada en La Muela, en Valencia, asegura, según Galán, que un país que «apuesta fuertemente por las renovables tenga la garantía de que cuando no sople el viento o no salga el sol, más de dos millones de hogares portugueses no tendrán problemas de suministro». «Como ingeniero que soy esta visita la he disfrutado de forma especial: ver cómo se transforma la naturaleza en algo útil y de forma sostenible, afirmó».

Reciente adjudicación solar

Al proyecto del Támega se sumarán además nuevos desarrollos renovables de Iberdrola en Portugal. Así, Galán recordó que la compañía se ha adjudicado recientemente capacidad solar para más que duplicar su potencia renovable operativa en el país y promueve ya nuevos proyectos de capacidad eólica en esta misma región, que implican una inversión de 200 millones de euros. Así, podrá suministrar energía limpia a sus más de 800.000 clientes portugueses.

 David Arranz / ICAL El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, visitan las obras del complejo hidroeléctrico Tâmega que la firma eléctrica construye en el norte del país luso.

David Arranz / ICAL El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, visitan las obras del complejo hidroeléctrico Tâmega que la firma eléctrica construye en el norte del país luso.

De este modo, puso de manifiesto el compromiso de Iberdrola con el país vecino y su voluntad de permanencia en el mismo. Así, al terminar su intervención ante el primer ministro, Ignacio Galán avanzó: «Puede estar seguro de que continuaremos impulsando la transición energética en este país, y con ello la creación de riqueza y bienestar para todos los portugueses». De hecho, en este sentido adelantó que Iberdrola acudirá a la nueva subasta de energía eólica en Portugal. También dio las gracias a los miles de empleos que se han generado, un gran porcentaje de ciudadanos portugueses, «que muestran diariamente un gran compromiso de responsabilidad.

«Obra fundamental»

Por su parte, el primer ministro de Portugal definió la lluviosa mañana de «muy feliz» para el país porque es «impresionante lo que está sucediendo: aprovechar la naturaleza para generar algo que es indispensable para la vida, como es la energía«. «Somos ambiciosos, de los primeros países del mundo en asumir 2016 el compromiso de neutralidad carbónica para 2050, con una hoja integrada aprobada».

Antonio Costa reconoció que Portugal tiene «grandes necesidades» al verse «muy afectado por el cambio climático, la erosión de la costa, las sequías y los incendios forestales». Por ello, apostó por trabajar en dos variables fundamentales, «la movilidad y la energía». Al respecto, y en relación a la segunda, recordó que hace «más de diez años que se han proyectado obras en el país, partiendo de una posición más ventajosa que otros». «Si queremos la meta de reducir el 50 por ciento de emisiones en 2030 aún tenemos que hacer un recorrido de un 36 por ciento en relación a la situación actual», dijo.

 David Arranz / ICAL El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, visitan las obras del complejo hidroeléctrico Tâmega que la firma eléctrica construye en el norte del país luso.

David Arranz / ICAL El presidente de la compañía, Ignacio Galán, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, visitan las obras del complejo hidroeléctrico Tâmega que la firma eléctrica construye en el norte del país luso.

A día hoy, Portugal cuenta con un abastecimiento del 54 por ciento de energía renovable a su sistema, pero cuenta con el propósito de alcanzar 2030 con el 80 por ciento. «Y para ello hay que aumentar las energías renovables y disminuir las fósiles. Tenemos la oportunidad de optimizar el mix con base en solar, eólica e hidráulica», espetó, para añadir que la obra del Támega es «fundamental por la energía que genera y por la seguridad de tener una gran batería natural, porque la reserva satisface nuestras necesidades energéticas». El complejo, dijo, será el responsable del seis por ciento de la capacidad nacional de energía.

Por último, destacó que la inversión en energía renovable «ayudará a crecer a la economía». Y como ejemplo, citó que con Iberdrola «muchas empresas portuguesas ya salen a trabajar al exterior después de haber iniciado su colaboración aquí en el país». «No podemos volver a dudar en la apuesta hacia renovables. Es un factor de modernización y crecimiento de la economía», sostuvo Costa, quien instó a Europa, «empezando por España», a seguir este camino que permita «fomentar las interconexiones entre países».

Galán y Costa celebraron el acto central de la visita en la subestación del complejo, la más grande Portugal en número de ‘bahías’ (salidas), que alcanza las 13. El coste de construcción de esta subestación en interior, en lugar de a la intemperie, supone diez veces más, si bien, sería imposible levantarla al aire libre por ser un lugar montañoso y por el impacto visual, pues debería ser hasta 11 veces más grande. Además, el edificio que alberga la instalación es ‘camaleónico’ y en función de la luz se convierte en color verde o marrón.

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