[dropcap]S[/dropcap]i algo valoro en esta vida es la libertad. Considero que quien tiene la libertad de decisión, de elección, de moverse libremente y no depender económicamente, ni moralmente de nadie, tiene la suerte de su lado.
En esta última semana, hemos asistido a un cruce de interferencias, al que todavía sus ecos siguen asomando.¿De quiénes son los hijos? En cuestión, los míos nacieron con la libertad que da el ser deseados, nunca los vi como una propiedad, ni un objeto, tampoco como un seguro de vida al que recurrir cuando mis aptitudes motoras o psíquicas fallen y no haya vuelta atrás.
Eso no significa que no haya adquirido derechos y deberes con ellos. A lo mejor mis hijos no son míos, pero lo que está claro, es que suyos tampoco. Sin embargo, ustedes si tienen obligaciones como nuestros legisladores que son con ellos. No se lo digo yo, se lo dice la Constitución Española y los Derechos Fundamentales de la Infancia. Creo que se están mezclando churras con merinas, como siempre oí decir a los mayores de mi barrio, al confundir propiedad con potestad.
Nunca tuve, ese bonito derecho que hoy tienen, de conciliar la vida laboral con la familiar. Simplemente oí que existía, pero nunca me facilitaron nada, al contrario, fueron años muy difíciles, en los que, el que exigía sus derechos posiblemente acabase despedido, como así fue en alguna ocasión.
Me buscaba la vida, al igual que su padre para poder llegar a buscarlos al cole, llevarlos al médico y que nuestros hijos pudieran tener lo que necesitaban, pero sobre todo ser felices.Supongo que como la mayoría de las parejas de este país.
Eso es lo que suele hacer los padres, procurar el bienestar en todos los aspectos de sus hijos, aunque no siempre se consiga. Pero, déjenme que les ponga un ejemplo muy contradictorio a mi parecer: cuando se produce un caso de acoso escolar y se acude a algunas instituciones en la mayoría de los casos que he visto, se vuelven a casa con sus hijos, ¿qué? entonces si son de los padres y en alguna ocasión con la contestación de como son sus hijos, es su problema . ¿Churras o merinas? ¿Dónde están los derechos y los deberes de unos y otros?. Ante este problema ¿Propiedad o Potestad?
Y ya que estamos en materia y volvemos a hablar de cómo educar y aparece otra vez el papel de los padres y del Estado, permítanme que les haga una sugerencia, posiblemente todo ello pase por crear un gran Pacto de Estado Educativo consensuado por todos los que tienen algo que aportar y seguir adelante con el Anteproyecto de Ley Orgánica de Protección Integral de la infancia y la Adolescencia frente a la Violencia.
Y para todo ello, quizás deberían de escuchar de una vez el grito de quienes notan esas carencias. Educan con ellas y ven como se resiente un sistema educativo que como siempre perjudica a quienes deberían de ser el futuro.
Y acabando me remito, a la frase de Karl A.Menninger: “Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad”, es decir, la mejor educación que existe, permítanme decirles, que es el ejemplo y precisamente buenos ejemplos faltan.