Joaquín Sabina regresó este domingo a su casa tras permanecer once días ingresado en la clínica Ruber Internacional, tras sufrir una caída en el concierto que estaba ofreciendo con Joan Manuel Serrat en el Wizink Center de Madrid.
El cantante presentaba “traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico” y fue intervenido quirúrgicamente para la “realización de evacuación de hematoma intracraneal en hemisferio derecho”, según el primer parte médico.
Tras ser intervenido estuvo seis días en la UCI antes de pasar a planta.
Este domingo recibió el alta médica. Salió de la clínica acompañado de su pareja, Jimena Coronado, y de sus dos hijas, Carmela y Rocío.
Sabina cumplió 71 años precisamente el día que se cayó del escenario al foso en el palacio de los deportes de la capital madrileña. Ahora deberá seguir la convalecencia en su domicilio madrileño.
