El presidente de las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes, invitó este martes a quienes hacen política a abandonar “la bronca y la crispación”, a aparcar “la refriega” para centrase en las personas, y apeló a una política de pactos “generosa y constructivas”, unido a un “cierre de filas”, para lograr las metas del siglo XXI
ICAL En su primer discurso institucional con motivo de la conmemoración del XXXVII aniversario del Estatuto de Autonomía, y después de expresar que “pocas emociones tan intensas” como ésta ha experimentado, calificó de “auténticos protagonistas” y de “héroes anónimos” a Cermi, colectivo que recogió la Medalla de Oro de las Cortes.
Tras manifestar que Castilla y León es un ejemplo de convivencia, donde tienen cabida las “diferentes sensibilidades que hacen singular cada provincia, cada comarca y cada municipio, que “lejos de fracturarla, la refuerzan”, Fuentes llamó la atención sobre la desafección y la confianza en las instituciones, “que alcanzan índices alarmantes”.
“El debate político ha pasado de ser el de los problemas de los ciudadanos; al de las inquietudes de nuestros vecinos. Y no nos lo podemos permitir”, alertó, argumento que le permitió invitar a los políticos a abandonar la “bronca y la crispación” para centrarse en las personas. En tal sentido, se refirió a quienes sufren enfermedades, a las víctimas de la exclusión infantil o a quienes padecen pobreza energética: “Porque hacer política es levantarse cada día y sentirse útil y necesario con los demás”.
Parlamento fragmentado
Ante el Parlamento más fragmentado de la historia de la Comunidad, el presidente de las Cortes instó a construir acuerdos y posibilitar reformas y subrayó que “desde el bloqueo” no se mejora la calidad de vida de los ciudadanos. “Sin una política de pactos generosa y constructiva, la misión para la que fuimos llamados, carece de sentido”, defendió.
“Los retos precisan un cierre de filas sin fisuras”, sostuvo, donde enumeró la lucha contra la despoblación, por la igualdad y contra el cambio climático, a la vez que subrayó que generar oportunidades es posible.
Reclamó el presidente «ambición» para alcanzar las metas de este siglo y pidió generar instrumentos para construir «un futuro solvente, en el que vuelvan a echar raíces nuestros hijos y nietos y que frenen la dispersión y el envejecimiento». En su intervención, alentó a acometer con «firmeza y valentía» la transición «verde» y solicitó alternativas reales y no quedarse en «compromisos» ante la descarbonización, a la ver que pidió «remar todos juntos» ante el cambio climático.
Sus últimas palabras fueron un reconocimiento a los que han recogido la Medalla de la institución para asegurar que «queremos que seáis iguales», valorar su ejemplo de lucha y asegurar que su batalla y sus éxitos son «los de todos, sin excepción».