Una mujer de 96 años acaba de vivir una pesadilla sin saber cómo le ha ocurrido.
Este viernes, un cerrajero acudió a inutilizar la cerradura de la puerta de acceso a una vivienda de la localidad navarra de Marcilla, embargada por un banco.
El hombre hizo su trabajo y se marchó. Este sábado, una mujer empezó a pedir auxilio desde el interior de una casa que comparte la puerta de entrada con la otra, pero que no está embargada.
No podía salir de su casa y un vecino avisó a la Guardia Civil, que se desplazó al lugar y comprobó que, efectivamente, al inutilizar la cerradura de la puerta compartida bloquearon el acceso a la otra casa, libre de embargo.
Un cerrajero acudió este sábado de nuevo hasta allí y liberó a la mujer, que estaba en buen estado.