[dropcap]C[/dropcap]ompramos suelo para construir colegios por doquier: 28.268 en Garrido, 24.104 para el centro escolar en Buenos Aires y la ampliación del parque Lazarillo, y 17.740 metros cuadrados para el colegio Gran Capitán. A todas estas adquisiciones hay que añadir el arriendo de 43 hectáreas en la finca Gargabete. Cuando se puso en marcha el PGOU el suelo trasferido al Ayuntamiento se multiplicó, millones de metros cuadrados pasaron al haber del Ayuntamiento de Salamanca.
Nos sentíamos satisfechos con la política de patrimonio, habíamos logrado que Salamanca tuviera terrenos e inmuebles suficientes para desarrollarse. Entre las grandes adquisiciones destacan los terrenos entre la carretera de Vitigudino y la de Vistahermosa, junto al término municipal de Doñinos, 635.500 metros cuadrados destinados a matadero comarcal e industrias derivadas.
La parcela adquirida junto a la vía del ferrocarril para la ampliación de la escombrera sumó al patrimonio del Consistorio otros 179. 302 metros cuadrados más.
Los terrenos adquiridos en 1982 para construir un nuevo matadero municipal fueron más de los necesarios. Se pretendía que se pudiera instalar en sus proximidades un polígono de industrias derivadas. Así fue. En este suelo se dispusieron las nuevas instalaciones de Mercasalamanca y otras muchas industrias. Para eso valió la política generosa de adquisición de patrimonio. En el suelo comprado para el nuevo matadero se acotaron unos metros junto a la carretera de la papelera para vertedero municipal. Pagamos las cincuenta hectáreas a 105 pesetas el metro cuadrado. El coste total fue de sesenta millones. Con esta operación matábamos dos pájaros de un tiro, sacábamos fuera del casco urbano el matadero y el vertedero, e instalábamos las industrias cárnicas en sus cercanías.
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