El exciclista profesional Carlos Sastre se desplazó este sábado a Salamanca para presenciar la final de escuelas de ciclismo de Castilla y León que se disputó por un circuito urbano de Salamanca.
Sastre suele acompañar a su hijo, Yeray, a las ciudades donde compite, como en este caso Salamanca. El corredor dijo que este campeonato es «un experiencia bonita para los niños, porque les permite competir con otros niños de otras provincias y compartir valores como el trabajo en equipo, la convivnecia, el esfuerzo y el sacrificio».
Un total de 153 ciclistas de seis categorías de base participaron en la final que se disputó durante toda la tarde en la zona de la calle Astorga, en Capuchinos.
