La Junta de Castilla y León pedirá al Gobierno la declaración de estado de alerta en la región debido a la epidemia de coronavirus, y eso a pesar de que la Comunidad no está, de momento, entre las más afectadas. Hemos pasado de ser los últimos en cerrar los colegios a ser los primeros en pedir el estado de alarma. De momento tenemos once casos de contagio y un fallecido.
Así lo anunció este viernes el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, durante su comparecencia tras el Consejo de Gobierno extraordinario celebrado para analizar las medidas a tomar frente al coronavirus.
Minutos después, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, dijo que querían trasladar un mensaje de calma, algo que no se sabe muy bien si se conseguirá tras anunciar que se pedirá que la región o parte de ella quede bajo el estado de alarma.
Si así ocurriera, se podrá limitar la circulación o permanencia de personas o vehículos en horas y lugares determinados, o condicionarla al cumplimiento de ciertos requisitos.
Se podrá practicar requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones personales obligatorias e intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fábricas, talleres, explotaciones o locales de cualquier naturaleza, dando cuenta de ello a los Ministerios interesados.
También se podrá limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad e impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento de los mercados y el funcionamiento de los servicios y de los centros de producción afectados.
En este consejo de gobierno extraordinario se oficializó la suspensión de las clases a partir del lunes.
