[dropcap]A[/dropcap]lfrado Ramajo fue párroco de Tenebrón durante unos años, dejó huella en el pueblo por su cercanía, campechanía y don de genes. Además, de por su portentosa voz cuando cantaba.
La última vez que participó en los actos religiosos de Tenebrón fue en la celebración de San Ceferino, patrón del pueblo.
Ese día, recibió el cariño y la atención de los vecinos. Seguro que lo echarán de menos, como lo harán los vecinos de Morasverdes, Guadapero, El Maillo y Aldehuela de Yeltes, los últimos pueblos donde estaba oficiando la eucaristía.
El coronavirus ha sido la puntilla, utilizando el argot taurino, ya que también fue el capellán del Bolsín Taurino de Ciudad Rodrigo, pero Alfredo Ramajo llevaba unos años malito. Sus fieles lo notaron, porque su asombrosa voz, no tenía el mismo esplendor.
Don Isidoro, el párroco de Tenebrón, ha querido rendirle un homenaje doblando las campanas por Alfredo Ramajo