[dropcap]H[/dropcap]ace ya más de dos semanas que un nutrido grupo de jóvenes de la ciudad empezaron a organizarse debido a la grave situación que vivimos, con el fin de ayudar a la población de riesgo que así lo necesitase y echarles una mano a los vecinos y vecinas.
Diferentes grupos de jóvenes se organizaron en sus zonas ofreciendo su ayuda, (mayoritariamente en Garrido) y desde Juventud Unida Salamanca comenzaron a coordinarloo. Así surgió la llamada ‘Red Solidaria de Garrido’, que empezó a funcionar desde el segundo día de confinamiento. «La red fue creciendo hasta tal punto que ya la formamos un centenar de jóvenes de varios barrios de la ciudad y pueblos del alfoz de salamanca, y continúa creciendo», explican.
Desde el segundo día de confinamiento no han parado de atender las demandas que les llegan, desde comprar de productos básicos, alimentos, medicinas, recoger recetas… Fran y Pablo se encargan de recibir y analizar las llamadas para posteriormente ponerlas en conocimiento del resto de compañeros y compañeras, que, siguiendo estrictamente los protocolos de higiene y mediadas de protección, realizan la tarea lo antes posible.
«Lo hacemos porque nos llama el deber, la solidaridad y las ganas de ayudar a nuestro vecino y vecina, con nuestros limitados medios y sin pedir nada a cambio, pero con nuestra gran fuerza al creer en lo que hacemos», apuntan.
Desde Juventud Unida les alegra ver esta gran respuesta entre la juventud de los barrios trabajadores de nuestra ciudad, donde la solidaridad, sin distinción alguna, asoma en cada calle y esquina, pero sin dejar de mostrar la preocupación por la cantidad de quejas recibidas de trabajadores »no esenciales» a los cuales se les seguía obligando a trabajar y con apenas medidas de seguridad respecto a la higiene se refiere, «o como parte de las instituciones se han desentendido de muchos de nuestros vecinos que están en situación de irregularidad, y a los cuales hemos ayudado», señalan.
También destacan que esto no hubiese sido tan fácilmente materializable sin el trabajo previo de estos últimos años en el barrio, donde se ha creado un fuerte movimiento vecinal y juvenil, que a su vez está en contacto y colabora con los comercios del barrio, pues uno de sus principios es apoyar al pequeño comercio local de nuestra ciudad. «Estamos muy agradecidos por cómo se han volcado con nosotros también estos comercios y la gente más mayor del barrio, aportando su granito de arena en esta lucha», matizan.
Asimismo, se acuerdan de las costureras que están fabricando mascarillas en sus hogares con el material que el movimiento vecinal del barrio ha conseguido, a todo el comercio local, a los y las trabajadoras de la sanidad pública, en general, a toda la clase trabajadora que se está dejando la espalda para que esto termine cuanto antes.
Concluyen haciendo un llamamiento a la juventud de Salamanca para que se unan a este proyecto, y «podamos seguir avanzando en esta tan necesaria labor».