Llevamos tres semanas confinados y nos esperan otras tres, de momento. Ha sido una decisión drástica para frenar la propagación de la pandemia, aunque eso haya encerrado en muchas casas a personas contagiadas con otras que estaban libres del coronavirus, lo cual puede ocasionar efectos secundarios de importancia.
Incluso los expertos tienen criterios divergentes sobre el problema y cómo atajarlo.
Ante una información de La Vanguardia en la que se decía que «demografía, sociabilidad, falta de test y reacción tardía explican que Italia y España sumen el 44% de muertos mundiales», el vicedirector del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, Xosé Bustelo, y le médico internista del Hospital Clínico, Miguel Marcos, han puesto de manifiesto sus distintas opiniones al respecto.
Xosé Bustelo comentó que “Lo dicho: el aislamiento no es una solución, sino sólo un aplazamiento del problema. Nos permite ganar tiempo, pero hay que aprovecharlo haciendo tests”.
A cuyo comentario respondió el médico internista del Hospital de Salamanca, Miguel Marcos, afirmando que “visto así, los tests tampoco son la solución, que será la vacuna. Y antes los tratamientos. Todo, incluido el aislamiento, es parte del manejo del problema”.
Un artículo de Newtral se pregunta si “¿Es posible que España tenga 7 millones de infectados por #coronavirus sin saberlo?”, porque “un informe del Imperial College estima esto y que se han salvado 16.000 vidas con el confinamiento. Pero el modelo tiene sus límites”, indica.