[dropcap]H[/dropcap]ola yogui, bienvenido a tu columna de yoga semanal. Comenzamos abril en casa y seguimos practicando ese fluir con este momento especial que todo el mundo estamos viviendo. Ánimo, te envío mucho ánimo.
Esta semana quiero terminar los niyamas, que son cinco y los integramos todos con el último: Ishvara Pranidhana. Significa entrega. Aquello que te comentaba hace unos días acerca de darlo todo.
Es un niyama quizás de los más complejos, de los más profundos y de los más difíciles de entender y, sobre todo, de trasmitir. Lo voy a intentar. Es una entrega, una rendición a lo divino. Y lo que se plantea primero es, ¿qué es dios para ti? ¿Qué es dios para mí? ¿Qué es la divinidad para otro?
Divinidad, dios, tiene una connotación quizás religiosa, pero lo que hay que aclarar es que el yoga no es una religión, ni tienes que convertirte en hinduista, relax. En mi opinión, dios no es alguien que te castiga o te premia, no es la manifestación de un ser humano… Es un tema muy personal y muy íntimo.
Desde ahí, desde tu propia acepción se trata de entregarte a esa idea de divinidad. Hay muchas formas activas que seguro que se te ocurren de cómo llevar a cabo esa entrega.
¿Cómo practico Ishvara Pranidhana?
Por ejemplo, en mi experiencia personal, se puede hacer esa entrega con la ley del dharma. El dharma es aquello que tú llevas a cabo como una vocación. Es donde sientes que encajas, en un momento determinado, que puede ser una temporada, unos años, o toda tu vida. El dharma es el camino de cada persona, donde sientes que fluye, que es fácil. Y aquí es importante exponer que es lo que tú sientes realmente, lo que te va a ayudar en tu vida, en tu yoga cotidiano de forma fluida. Y esto significa, lo que tiene que ver contigo, no con lo que esperan otras personas de ti.
Para mí, concederlo todo a mi vocación, es Ishvara Pranidhana, doy y recibo de forma fácil y sencilla. Es una vía donde encuentro esa conexión, de facilitar y percibir.
En tu caso, utiliza las herramientas que a ti te sirvan, de hacer entrega a lo que para ti es divinidad. Y lo divino puede ser la naturaleza, el destino, el amor como actitud, el Universo y sus leyes, una religión o un estilo de vida… En el cajón de lo divino cada uno pone su propio sentir. Y no te juzgues en la forma en que lo haces, ni juzgues la forma en la que lo hago yo o lo hacen los demás.
Por ejemplo, si para ti lo divino es la naturaleza, entrégate a ella, a sus leyes, a su forma de vivir…
Desde mi intención de hacer este niyama sencillo y abierto, espero haberte aportado claridad. Te animo a que reflexiones sobre ello con tu café, con tu familia, o contigo mismo.
Espero que tengas un día divino de la vida y cuides tu energía.