Tomar un café en un bar, irse de cañas, quedar para comer o salir por la noche a tomar una copa eran rutinas normales y casi diarias para muchos de los salmantinos… hasta hace tres semanas, cuando el coronavirus cerró de un plumazo todos los negocios hosteleros y obligó a los ciudadanos a quedarse en casa sin poder compartir su vida social con familiares y amigos. ¡Quién nos lo iba a decir…!
Texto y fotos: Chema Díez Juan
Por ello, bares, restaurantes y locales de ocio nocturno (entre otros muchos negocios) han echado el cierre a su actividad en Salamanca y el resto de España hasta que todo pase y no exista riesgo de contagio, de modo que los ciudadanos puedan compartir mesa y mantel, tapas o copas, en un establecimiento hostelero o en una terraza. Algo común y normal que ahora se ha convertido en extraordinario.
Ante esta situación, el sector de la hostelería se ha unido no solo en Salamanca, sino también en toda España, para afrontar de una manera conjunta la crisis del Covid-19, que ha golpeado de una manera muy dura a un sector estratégico en la economía. Derivado de este hecho, ha surgido el ‘movimiento’ #UnoPuntoSiete que hace referencia a los 1,7 millones de puestos de trabajo vinculados de una manera u otra a este sector.
“Los restaurantes son el alma de nuestra economía y nuestras comunidades, y necesitan nuestra ayuda. A diferencia de otros pequeños negocios, su liquidez es completamente dependiente de su negocio actual. Si los establecimientos están cerrados, no hay ingresos y esto provoca que las facturas no se paguen”, señala el sector en la página web creada para este movimiento, añadiendo además su deseo de “lanzar un grito para decir que no estáis solos, que somos muchos, que entre todos podemos y lo haremos. En su conjunto, el sector registró un total de 314.311 establecimientos, que dieron empleo a 1.7 millones de personas”.
En Salamanca, el sector de la hostelería ha creado un grupo de Whatsapp para apoyarse en esta crisis y compartir todas las iniciativas que surjan a raíz de unopuntosiete.es, además de contar con una página de recogida de firmas para que el sector reciba ayudas que intentar paliar las consecuencias del coronavirus.
Han sido muchos empresarios de la hostelería en España los que se han fotografiado junto al cartel creado para esta iniciativa, dejando su sello en las redes sociales, guión que han seguido la mayoría de los profesionales de Salamanca, para hacerse ver y oír y hacer pública su situación.
“Tenemos que estar unidos ante un momento tan complicado como éste. Debido a la crisis del Covid-19, tenemos claro que los últimos negocios que van a abrir la puerta van ser los dedicados a la hostelería por razones más que obvias. No es una situación fácil para nadie, pero en nuestro caso es aún más acusado”.
Así se expresa con rotundidad el copropietario del ya histórico restaurante Río de la Plata de Salamanca, Rafa Andrés, quien junto a su hermano José y a su tía Paulina Andrés, una leyenda en este sector, llevan más de seis décadas al servicio de la hostelería en la ciudad.
Este negocio familiar, al igual que el resto de ciudad y provincia, vive del turismo, de la vida social de los salmantinos y del hecho de poder salir a la calle, algo que en estos momentos y en un futuro a medio plazo es inimaginable por el rápido contagio que supone este virus cuyo origen fue China.
Por ello, el restaurante Río de la Plata es solo un ejemplo de los miles y miles de negocios que en Salamanca y el resto de España apoyan esta iniciativa que ojalá nunca hubiese existido. Eso querría decir que la actual pandemia que arrasa al país, se hubiese quedado en una pesadilla… en un mal sueño.