La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado, ha reclamado al Gobierno y a las comunidades autónomas que no alarguen el curso escolar en julio, que las evaluaciones al alumnado sean continuas y que respeten la labor de los docentes en unas circunstancias tan complejas.
Para CSIF, la Conferencia Sectorial de Educación que reunirá este miércoles a la ministra Isabel Celaá y a los responsables de las comunidades autónomas debe ser una buena oportunidad para avanzar en la planificación del final de curso, atendiendo a todos los escenarios. «Los escolares y docentes han vuelto tras las vacaciones de Semana Santa en una situación de gran incertidumbre y necesitamos que se tomen decisiones cuanto antes, partiendo del liderazgo del Ministerio para evitar desigualdades en las Comunidades Autónomas», afirma el sindicato.
Desde CSIF rechazan «reivindicaciones sin fundamento» como el aprobado general o la vuelta a las aulas en julio, «porque denotan falta de respeto por el esfuerzo de los docentes y por la implicación del alumnado durante este período. Ni los docentes ni el alumnado están de vacaciones y están poniendo toda su dedicación a seguir con el curso», asegura.
Reclama que nadie quede atrás por la actual situación, que ningún alumno pueda ver mermado su aprendizaje por la falta de clases presenciales, un programa urgente para dotar de los medios necesarios a los colectivos más vulnerables para que no se vean perjudicados en su proceso educativo y estudiar el porqué de ese 10% de alumnos que se han “desconectado” del curso dese el inicio de la pandemia.