Las últimas lluvias caídas en la zona de la sierra han llegado ya al embalse de Santa teresa, que está al 90% de su capacidad, por lo que la Confederación Hidrográfica del Duero ha abierto compuertas y el río baja bravo y ha anegado la zona donde habitualmente se concentraban los jóvenes. La celebración del Lunes de Aguas en el Puente Romano, que siempre acoge una multitud, tenía dos amenazas: el coronavirus y el agua. Este año no tenía escapatoria.