[dropcap]H[/dropcap]ablar de Daniel Chamorro es hacerlo de un trozo del corazón de Unionistas CF, club popular fundado en 2013 como homenaje a la UD Salamanca. A veces, el desolador paso del tiempo hace que los logros o éxitos de alguien queden en un segundo plano porque la vida va mucho más deprisa que los sentimientos o reconocimientos. Pero ni es, ni debe ser el caso, porque el otrora capitán de los salmantinos nació con el club en el terreno de juego desde provincial y sigue formando parte del mismo ahora desde fuera, por culpa de un calvario que parece no tener fin. Quizá sea el mejor ejemplo de saber estar y asumir los golpes de la vida, pero también de la mala suerte; muy mala.
Por: Chema Díez Juan
Dos años y medio de lucha para no perder uno de sus ojos; puede resultar duro decirlo, pero es así, y convivir con ello cada día no es nada fácil, ni física ni mentalmente. El doloroso juez del tiempo se ha empeñado en que el partido más difícil para Chamorro no sea sobre el verde de un campo de fútbol y sí con su propia vida como protagonista. No ha ganado en los primeros 90 minutos, tampoco en la prórroga, pero aún le quedan los penaltis. Y ahí, Unionistas manda…
Su último partido: “Lo recuerdo perfectamente porque fue contra el Salmantino en El Helmántico y fue un orgullo poder jugar allí. Guardo ese día con mucho cariño y, a la vez, con la sensación de no haber estado al 100% por mi problema en el ojo. Jugué algún partido con las gafas, pero hubo otros que no pude porque tenía muchas molestias y pasé episodios complicados; eso sí, nunca creí que fuese algo tan grave como realmente fue. A raíz de ese partido, que perdimos, empecé a mirarme mejor y consultando más cosas, porque no estaba claro lo que me pasaba”.
Más pruebas: “Poco a poco fui a más especialistas y algo que supuestamente empezó por un herpes en el ojo, resulta que fue por culpa de un hongo, para plantearme que el problema que tenía era mucho más serio de lo que parecía. Lo que hasta hace dos semanas era un herpes que se podía ‘arreglar’ con un trasplante de córnea, fue algo mucho peor y con la sensación de que la medicación que tomaba solo daba más vida al hongo. Luego me operé por primera vez (diciembre 2017), con la esperanza de que si no podía entrenar al final de esta temporada, ya podría jugar en la siguiente (2018-19), pero nada más lejos de la realidad. Todo fue a peor. De poder volver a jugar a decirte que igual puedes perder un ojo; son muchas malas experiencias vividas”.
El año del ascenso: “Esa temporada la recuerdo con una sensación agridulce. Por un lado, el equipo logró el ascenso a Segunda B, un hito para el club, y por otro yo empecé con ese problema en el ojo que no me dejó ser partícipe del todo, aunque sí estuve con el equipo el día de Becerril (se logró el liderato) y en el play off de ascenso. No es lo mismo, porque encima mi caso era mucho más grave que una lesión”.
Su espina muy clavada: “Lo he dicho siempre; tengo una espinita clavada por no haber podido jugar con Unionistas en Segunda B. Era el año para dar el salto al fútbol más profesional y me gustaría haber podido saber si estaba o no listo para dar ese salto de categoría, si daba el nivel o no. Pero estoy muy orgulloso de lo que ha logrado el club en todos estos años, no ha sido nada fácil. Que en toda España se hable del proyecto de Unionistas y de su logro fue algo histórico”.
Recuerdos del ascenso: “Fuimos un grupo muy unido, un gran vestuario. El año quizá empezó con dudas y no del modo que nos hubiese gustado, pero pronto empezamos a hacer las cosas bien, y más con la exigencia del ascenso tras lo que pasó en Xàtiva. Contra el Don Benito, la eliminatoria estuvo igualada y creo que pudimos ganar, pero nos tocó ir por el camino largo, con mayor dificultad. Fue un momento duro porque nos quedamos a un gol de haber ascendido en la primera eliminatoria. Ver las caras de los compañeros fue muy duro”.
El penalti de Razvan: “Recuerdo estar con Ángel Sánchez (entrenador del Guijuelo) hablando sobre el partido contra el Socuéllamos en Las Pistas. Con 1-1 veía que podíamos lograrlo y luego con el 2-1 de Chuchi, el partido se paró un poco, había mucha tensión. Vi un momento muy negro porque el partido se puso peligroso y con pocas ocasiones. Al final, los astros se alinearon con nosotros; parece que el guion de la película tenía un final y era de felicidad. Por la parte que me toca, creo que fue muy bonito. Recuerdo ver la cara de la gente, los jugadores… hubiese sido muy trágico que Razvan fallase ese penalti… y llegó el éxtasis, todos llorando. El final del partido fue muy grande porque mucha gente creyó en esto desde el principio. El punto de inflexión fue la eliminatoria contra el Tarazona. En el vestuario se agitó el árbol, se dijeron cosas y el equipo dio un paso al frente para salir de esta situación”.
¿Adiós al fútbol?: “Incluso ahora me cuesta decir que se acabó el fútbol. Siempre te queda la esperanza de que todo pueda ir bien y volver a jugar, pero tengo que ser realista y cualquier golpe o choque sería terrible y perdería el ojo, por lo que en el ámbito profesional está descartado. Tengo limitaciones porque de un lado no veo, a veces apenas veo nada… es muy difícil de asumir, pero sé que no podré volver a jugar al fútbol”.
Su día a día, su vida: “Aún no estoy haciendo una vida normal a pesar de todo. Los últimos meses he estado un poco más estable y ahora buscando nuevos objetivos, alguna alternativa, pero es muy difícil. Estuve estudiando para Policía Nacional, pero tuve que dejarlo porque es algo a lo que tampoco me podría dedicar. Conducir sí puedo, siempre con más cuidado de lo normal porque hay una limitación y algunas cosas cuesta. No he vuelto a hacer mucho deporte aunque sí podría practicarlo; intento tener la mente fresca. La mayor limitación es en el tema profesional”.
Relación con Unionistas CF: “Actualmente estoy en la base del club y me haría ilusión seguir unido a este proyecto con lo que hicieran. No me gustaría pasar sin pena ni gloria por un club al que le he dado tanto. Si no se dan las circunstancias, intentaría buscar alguna alternativa. No quiero desligarme y desaparecer como si nada y lo que quiero es poder ayudar al club en lo que considere oportuno: cerca del primer equipo, como enlace, en la cantera… Si no, buscaría otras opciones, pero me gustaría seguir como hasta ahora o poder dar un paso más. Si nuestros caminos se tienen que separar sería una pena…”.
Unionistas en la actualidad: “He seguido al equipo y he visto muchos de sus partidos. El año pasado se hizo una temporada muy buena, compitiendo muy bien y en ésta se logró hacer aún más historia jugando contra el Real Madrid en Copa del Rey. Muchas veces he pensado que yo podía haber estado allí y me acordé cuando empezamos a jugar en La Sindical sin duchas y en esas condiciones, que nada tienen que ver con las actual. Tener a los jugadores que admiras al lado debe ser algo muy especial, y disfruté de eso de otra manera, claro. Esta temporada las cosas fueron de otra manera, pero se enderezó el rumbo y si no hay sorpresas, el equipo seguirá en Segunda B un año más”.
2 comentarios en «Chamorro: «Sería una pena que mi camino y el de Unionistas se separaran”»
Animo capitan, siempre contigo!
Animo amigo! Seguro que sales de esta!