[dropcap]V[/dropcap]ivo desde hace más de treinta años en Arroyo de Santo Domingo. Es verdad que la bajada de San Pablo al llegar a Rector Esperabé había un pequeño desnivel y se almacenaba algo de agua, pero acababa saltando hasta Reyes de España y corría el agua. Las inundaciones eran relativamente pequeñas», explica uno de los vecinos de Arroyo de Santo Domingo que vieron como sus casas se inundaron con la tormenta de este sábado.
Con el tiempo han ido asfaltando Rector Esperabé, ha subido de nivel y el socavón de San Pablo cada vez es mayor, con lo cual la balsa de agua que se forma es enorme y ahora llega a todas las casas de Arroyo de Santo Domingo, tanto en la acera de la derecha, como de la izquierda, el hotel se inunda progresivamente cada vez que hay la mínima tormenta.
“El problema es que las alcantarillas vienen tan cargadas que no asumen el agua que hay aquí, como hay una pequeña trampa para que baje hacía el río, se inunda con más facilidad”, explican.
Las ruinas de San Polo, un monumento BIC, se inundan hasta arriba, porque es un depósito de agua que puede albergar hasta dos metros de agua. La Casa de los Niños del Coro, que tienen unos niveles con relación a la calle de más de un metro, se les ha llenado de agua en la tormenta del sábado. “Es inaudito”, claman.
¿Qué soluciones proponen?
Saben que aquí hay un problema, pero no lo resuelven. La solución es muy sencilla, o rebajan un poco Rector Esperabé con la confluencia con San Pablo o hacen un pequeño desagüe para salvar ese pequeño desnivel. Para los técnicos debería ser muy sencillo. El Ayuntamiento no hace absolutamente nada. Aquí no vienen los políticos a hacerse la foto cuando hay inundaciones, solo vienen los pobres bomberos que se las ven y se las desean para atender a todo el mundo.
La tormenta del sábado inundó garajes, portales, el hotel y los bajos de San Polo en pocos minutos. “Llamamos en cuanto vimos que subía el nivel, porque no es la primera vez que nos pasa. Los bomberos han llegado a tardar en desaguar los bajos de mi casa más de cinco horas”, explican.
El problema es cada vez más acuciante, porque la balsa que se forma es mayor, por lo que los vecinos de Arroyo de Santo Domingo están cansados de que cuando comienza a llover, se les inundan sus casas.