La Junta de Castilla y León prepara planes concretos para la desescalada en diez zonas básicas de salud sin casos nuevos en los últimos 14 días, conocidas como verdes, que presentará al Gobierno, para lo que considera “imprescindible” la colaboración de cada uno de los municipios de estas áreas y de las diputaciones.
En la rueda de prensa para informar de los acuerdos del Consejo de Gobierno, el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, afirmó que esta estrategia es “correcta” y así se ha valorado por los miembros del Ejecutivo, a la vez que añadió que ha visto “flexible” al ministro de Sanidad, Salvador Illa, para recoger que no sea solo la provincia el primer nivel de la desescalada. También señaló que se la ha explicado al portavoz socialista, Luis Tudanca, que ha expresado su apoyo.
“Vamos al escenario más seguro, cero casos en 14 días”, resumió Igea, que recalcó la apelación a la prudencia y la responsabilidad para avanzar de manera correcta en las fases marcadas en el plan de vuelta a la “nueva normalidad”. En este momento son zonas verdes Sedano, Valle de Losa y Huerta del Rey (no figura hoy), en Burgos; Baltanas, en Palencia; Truchas y Matallana de Torío, en León; Alaejos, en Valladolid; Alta Sanabria y Tábara, en Zamora.
Según este mapa de incidencia en los últimos 14 días, las provincias en mejor estado general son Zamora, Burgos y Ávila (todo amarillo y algunas zonas verdes). Le siguen León, Valladolid y Salamanca, con algunas zonas aún en naranja, y en el furgón de cola van las que tienen aún zonas rojas (de más casos), Palencia, Segovia y Soria.
La consejera de Sanidad, Verónica Casado, precisó que si aparece algún caso en esas zonas lo importante es el aislamiento rápido y afirmó que no frena la desescalada ni se volvería a la «casilla de inicio», que puede convivir el hecho de hubiera algún contagio, pero siempre controlado por Sanidad.
Igea reiteró que el plan de desescalada del Gobierno de Pedro Sánchez “ha atendido en lo esencial” las propuestas de Castilla y León en el apartado sanitario y epidemiológico, pero aseguró que es “mejorable” en el plano económico, como que los locales de restauración puedan abrir con un 30 por ciento de ocupación. “Nadie va a abrir con un tercio de ingresos, sería una ruina”, anotó.
En tal sentido, manifestó que así se lo han trasladado al Gobierno y precisó que les preocupan más que se garanticen las medidas de distancia social y de higiene que el aforo, junto a que se prorroguen los Ertes de empresas que no pueden volver a la normalidad.
“Cualquier paso que aumente los casos, sería catastrófico”, advirtió el vicepresidente, convencido de que esas zonas básicas de salud es la unidad geográfica mejor para el inicio de la desescalada y de que el Gobierno y la oposición socialista lo han entendido. “Si el avance se hace por zonas, los alcaldes y los vecinos son los más interesados en las medidas de prevención e higiene”, aseveró.
Sobre el inicio en las zonas con contacto cero en dos semanas, explicó que se garantiza el control a través del diálogo con los alcaldes de esos municipios y con la existencia de equipos Epis y test, si bien tampoco descartó ampliar las zonas para la desescalada en función de los criterios y umbrales que fije el Gobierno en relación, por ejemplo, al índice de casos acumulados, aunque indicó que aun no se han concretado.
Igea puso como ejemplo la zona de Sedano en Burgos para defender su propuesta de vuelta a la normalidad por áreas inferiores a la provincia, al considerar que el control sería mayor y el estrangulamiento menor que con la unidad provincial, como recoge el plan del Gobierno.
“Hay que salir todos juntos, no es una política de partidos”, aseguró, a la vez que resaltó la posición leal y de diálogo de los partidos en Castilla y León, en especial los de la oposición. “La peor de las opciones sería que se tropiece por ir deprisa”, concluyó.