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Dimes y diretes de cuarentena (XL-llega a su fin) Joven es quien está sano…

Imagen de debowscyfoto en Pixabay

 

[dropcap]Q[/dropcap]ueridos amigos: el refrán de este sábado, el último de esta serie de «Dimes y Diretes para la Cuarentena», viene muy a cuento por aquello de los 80 años, tan de moda y discutido:

«Joven es quien está sano, aunque tenga ochenta años»

El respeto y cuidado de los mayores es Patrimonio del Hombre en todas sus culturas y civilizaciones. E incluso en los tiempos prehistóricos, como está documentado en numerosos yacimientos arqueológicos. La gerontocracia siempre dio buenos resultados; mucho más que cuando el gobierno lo han tenido los jóvenes. Los mayores han sido siempre modelo y sinónimo de experiencia. Pero son –¡ay!–, con los niños, los más débiles de la Sociedad, los más vulnerables. Mientras que éstos pueden aprender, los mayores son los más propensos a la enfermedad del olvido sin dolor, al mal de alzhéimer.

Durante esta cuarentena se ha hablado poco, muy poco, de este mal. Nada. Los familiares de estos enfermos que lo olvidan todo, tan inocentes, tan débiles, no les hemos olvidado. ¡No podemos hacerlo! ¡Son nuestra carne, nuestra sangre! Nos hemos sentido impotentes al aceptar, por el bien de ellos, las medidas de confinamiento y aislamiento a que han sido sometidos. Muchos han fallecido. ¡Abandonados, nunca! Ellos siempre han tenido una mano angelical que han sostenido las suyas en tan difíciles momentos. Son las de sus cuidadoras y cuidadores, todos los que con gran dedicación, sacrificio, angustia y riesgos han tenido que sustituir lo que nosotros no les podíamos dar. Y han llorado ante su marcha, por el gran cariño que les tenían.

Los aplausos que se dan todos los días desde las ventanas y balcones son poca cosa para lo que se merecen estos ángeles del alzhéimer. Ya estaban en nuestro corazón antes de esta terrible pandemia. ¿Pero dónde estarán a partir de ahora si no tenemos dos corazones para que los llenen con todo merecimiento? ¡No hay en nuestro pecho cabida bastante para alojar tanto amor como ha generado el agradecimiento que les tenemos, el que ellos han dado y dan a nuestros mayores!

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