El vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, defendió este miércoles la priorización de las zonas básicas de salud, donde no hay transmisión de la enfermedad, en lugar de las provincias, el área geográfica con la que hasta el momento prefiere trabajar el Gobierno para la desescalada.
Además, en declaraciones a la COPE advirtió que la lealtad de la Junta con el Gobierno estará condicionada a la adopción de medidas atendiendo a “criterios epidemiológicos”. De ahí, según argumentó, que se haya opuesto “con toda rotundidad” a la concesión hecha por el Gobierno al PNV a cambio de su apoyo a una nueva prórroga del estado de alarma y que implicaría que el enclave de Treviño (Burgos) acometería la desescalada al mismo ritmo que Álava.
A juicio del vicepresidente de la Junta y miembro también del Comité de Expertos autonómico esta decisión genera un “mensaje equivocado”. “Si vamos a hacer de la gestión de la epidemia una gestión política, una gestión en la que se cede más o menos según tu poder político, el Gobierno se estará equivocando y vamos a tener un problema”, sentenció.
A su vez, defendió la necesidad del Estado de Alarma, pero también del “sentido común”. A su vez, indicó que confía en que el Gobierno “haga lo que toca” y establezca “criterios para preservar la salud de los ciudadanos». Para Igea, en las circunstancias actuales, lo mejor es el pacto, como el alcanzado entre Inés Arrimadas y Pedro Sánchez. “Mi interés no es ni tumbar al Gobierno ni mantenerlo, mi único interés es que logremos tener un control sensato de la epidemia”.
En este sentido, apeló a que el Ministerio de Sanidad afronte las distintas fases de la desescalada con tiempo y con capacidad de tomar decisiones en horas en caso de que volviera a producirse un rebrote de la enfermedad. En este punto, criticó la ausencia de criterios en los que habría de detener “inmediatamente” el alivio del confinamiento.