El Puente Romano y sus aledaños son una de las zonas predilectas para soltar las piernas en el paseo vespertino durante el confinamiento.
Desde las 20 horas comienza a poblarse de caminantes y deportistas y poco a poco se va llenando hasta que en media hora se hace algo agobiante. Muchos deciden cambiar de idea cuando se aproximan a una e sus entradas y otros, ni se lo piensan, aunque los hay que en esas circunstancias van sin mascarilla.
Por momentos la situación se asemeja a las que as autoridades sanitarias nos dicen que tenemos que evitar por riesgo de contagio.
La Rúa y las calles Toro y María Auxiliadora también tienen una tráfico de peatones intenso.