[dropcap]H[/dropcap]ace unos cuarenta años le regalaron a mi madre una fotografía de los soportales de la Plaza Mayor de Salamanca. Es una imagen analógica en blanco y negro, aproximadamente de 50 x 60 cm. cortada a sangre, pegada sobre un tablón de madera, un montaje usual de la época en obras de las que tapan la pared. Se prescindía de marcos, de cristales o de cualquier otro elemento que arropase la fotografía; era cuestión de presupuesto, pero también de estética.
Esta fotografía esta firmada por José Núñez Larraz o lo que es lo mismo Pepe Núñez. Primer fotógrafo Premio de las Artes de Castilla y León. Pude conocerlo a través de su obra y de la palabra de aquellos que lo acompañaron muchos años, Armando Sánchez ,H.S. Tomé, Jaime Peña, escuela de grandes fotógrafos salmantinos, a la que también pertenece Victorino García Calderón.
Esta colgada en un lugar sombrío de la casa. La luz, elemento tan vital para hacer fotografía, es su peor enemigo cuando ya está terminada la obra, debido al deterioro que sufren los elementos químicos expuestos a su acción directa, sobre todo si esta es natural.
La escena es sencilla: primeras horas del día en la Plaza Mayor de Salamanca, el encuadre de espaldas a la que hoy es la Cafetería Berysa, que lleva más de cuarenta años con nosotros, aproximadamente el tiempo de la fotografía, año arriba, año abajo. Realizada en técnica de contraluz, con fuertes sombras y luces diagonales en armonía con la arquitectura de los arcos y con el ritmo acompasado de las vigas del techo, geometría en su punto de fuga perfectamente cocinada.
De protagonista, una mujer tan clásica como la plaza Mayor, elegante, estilizada, peinada con permanente, con las dos manos entrelazadas a la altura de su cintura, impidiendo el vuelo del abrigo entreabierto, algo más largo que la falda, ambas prendas por debajo de sus rodillas. De reojo encara al fotógrafo, esa mirada roba todo el protagonismo al entorno que no se derrumba gracias a la potente arquitectura de la luz.
Ensayar fotografía buscando encuadres de grandes maestros es un ejercicio de aprendizaje y comprensión que practico de vez en cuando.
En este ejercicio necesitaba una plaza sin el mobiliario de las terrazas recogido en los soportales para ser lo más fiel a la original. Debido a este receso obligado por la covid-19 en la actividad hostelera, estos días han sido propicios para intentarlo. He bajado varias mañanas para practicar mi clase particular.
P.D. Quiero dedicar esta fotografía a la hostelería de Salamanca. Que pronto llenemos de vida sus terrazas. Entre todos lo haremos posible.
El Blog de Pablo de la Peña, aquí.