[dropcap]D[/dropcap]os meses con sus puertas cerradas y el el Centro de Arte Contemporáneo de Salamanca, DA2, las abre con la muestra UNDONE del artista Hugo Alonso, una exposición que ocupa las salas 2, 3 y 4 del DA2 y que podrá verse hasta finales de año
Junto a esta nueva propuesta, hasta el 28 de junio, los visitantes podrán seguir disfrutando de la exposición Hecatombe, del artista Ramiro Tapia y de las obras visuales de Lúa Coderch, dentro del espacio de Visiones Contemporáneas, en el horario del centro: de martes a viernes, de 12.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas; los sábados, domingos y festivos se abre de 11.00 a 15.00 horas y de 17.00 a 21.00 horas.
Las medidas de seguridad puestas en marcha en la reapertura del DA2, responden a las indicaciones de las autoridades sanitarias. Así, el centro expositivo está disponible para un tercio de su aforo, para lo que se ha establecido un control en el acceso, y cuenta con mamparas en la zona de recepción. Además, no hay programas de mano ni visitas guiadas, y los espacios comunes —biblioteca y salón de actos— continúan cerrados. Igualmente, los visitantes deberán llevar mascarillas y mantener la distancia de seguridad y cuentan con dispensadores de gel hidroalcohólico.
La nueva exposición: UNDONE
UNDONE es una invitación a recorrer un sendero en soledad, como la instalación principal que ocupa la sala central, una suerte de escultura audiovisual caminable con forma de cerebro-intestino-laberinto situada dentro de una cárcel, que nace y muere en el mismo lugar.
En la sala 2 hay seis obras pictóricas de diferentes tamaños. En todas ellas se puede percibir un interés por los vínculos que existen entre la historia de la pintura y la historia del cine. Conceptos triangulares como lo bello, lo sublime y lo siniestro están de manifiesto. Formalmente, a pesar de ser pinturas tradicionales en lo técnico, en las que se parte del papel en blanco y se añade pintura, su acabado podría ser confundido con fotografía, y su estética con cierto aire cinematográfico de los años 60. Se mezclan así, de manera ambigua, formas de producir imagen, y se hacen evidentes las nuevas posibilidades de llevar a cabo la práctica pictórica.
La sala 3 está ocupada por la instalación ‘The Door’, una proyección de doble pantalla de 24 segundos en bucle. Esta pieza nos muestra una sola escena cinematográfica escindida en dos. En un lado el hacha rompe una puerta mientras oímos los gritos de una actriz ausente. En el otro esta actriz grita aterrada ante una puerta que permanece intacta. A través de la apropiación de un material por todos conocido se abren de este modo nuevas posibilidades semánticas al mismo tiempo que se transforma una imagen bidimensional en una suerte de escultura audiovisual que sólo estará completa si el espectador se desplaza de una proyección a otra.
En la sala 4 está instalada la pieza principal de la muestra. Esta obra está concebida como una escultura audiovisual transitable con forma de laberinto. También como una secuencia cinematográfica tridimensional, en la que el espectador es la línea temporal y de él depende el curso de los acontecimientos. En ella se condensan los intereses del artista por el sonido, la imagen en movimiento, la pintura y el espacio. Consta de una estructura de madera, 8 vídeos, sonido, un cuadro, humo y luz.