[dropcap]P[/dropcap]or fin hemos aprobado todos la primera evaluación, con distinta nota, no seamos comunistas.
Propongo hacer balance para que descubras si eres de evolución, que cambien las cosas para que las cosas cambien, o bien, lo tuyo es la homeostasis, que cambie lo que tenga que cambiar para que todo siga igual. Para ello, te propongo un ejercicio de perspectiva volviendo al 16M, cuando éste diario recibía la columna titulada STOP, una sucesión de cuestiones para invitarte a sentirte y cuestionarte en el comienzo de ese gran acontecimiento de nuestras vidas, dejando a un lado bodas, nacimientos de primeros hijos o conocer el verdadero amor, sea o no la persona con la que vives actualmente. Te replanteo, dadas la vuelta, una selección de aquellas preguntas:
¿Recuerdas lo que significaba la curva? ¿Sigues con ese punto de alarma o ya estás haciendo planes para las vacaciones? ¿En qué momento las pepitas de oro han vencido el pulso a la salud? ¿No lo ha ganado aún? ¿De qué lugar te encuentras más cerca, del cómo van a osar las autoridades a poner en standby mi vida o que pongan un poli, un guardia civil o un militar a la puerta para obligarme a hacer lo que, parece ser, debemos hacer? ¿Te parecen más responsables los irresponsables actuales a los que ves responder a tirones y sin plan o a los anteriores irresponsables que ejecutan un plan a tirones que nos invitan a armarnos con cazuelas y cucharones? ¿Te pide el cuerpo un modelo de gobierno que defienda tu libertad para moverte, decir y hacer cuando hasta hace veinte minutos exigías un ejemplo más dictatorial?
Ahora otra selección, tal cual fueron publicadas entonces:
¿Te basta el titular gordo o te haces también con el origen de dicho titular y todas las circunstancias, caminos e intenciones de esas sucesiones de palabras en negrita?
¿Cuántas veces cambia tu ánimo a lo largo del día y cómo cambia cada 24 horas? ¿Cuál es la primera respuesta que te genera la mítica afirmación “toda crisis es una oportunidad”? ¿Habrá variado o variará en los próximos días?
¿A qué te sabe el tiempo ahora que te ha sido impuesto? ¿Cómo de independiente ha resultado ser tu existencia ahora que de repente no se separa de ti en la cocina, el dormitorio, el salón y el baño? ¿Cómo de esencial ha resultado ser el contacto con personas y tareas de las que en infinidad de ocasiones te has quejado? ¿Cuánto te quieres a ti y a los demás ahora? ¿Qué cosas echas de menos y pagarías por hacer ahora mismo? ¿Qué es lo realmente importante cuando el reloj decide no avanzar?
¿Existe algo que una más que un enemigo común? ¿Y algo que despierte más que las puntas de las orejas del lobo tras un peñasco? ¿Cómo de larga es la lista de cosas que has querido hacer y pospuesto para mañana? ¿Qué vas a hacer cuando recuperemos la normalidad?
Según te respondas podrás saber si has aprendido algo o poder tomar unas cañas es suficiente.
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