Las tarotistas, de algún modo, forman parte de nuestra vida cotidiana. Estamos muy acostumbrados a su presencia en los medios de comunicación, sea para predecir el futuro de quienes llaman o para aventurar qué depara a quienes pertenecen a uno u otro signo zodiacal. Han usado los medios tradicionales para llegar a más gente, pero desde hace unos años se han lanzado también a las tecnologías digitales.
Estas les prestan un espacio propio en el que mostrarse de manera cercana y clara, prestando su imagen y su testimonio. Así lo hace Marina Galiana desde futuoro.com/tarot-806, que explica que es vidente de nacimiento y pertenece a la tercera generación de mujeres “agraciadas por el don”, según lo define. Su abuela y su madre también trataban de ayudar a otras personas, de forma que ella se afana en honrar a su familia “de forma seria, honesta y profesional”.
Por eso mismo, muchos la consideran la mejor tarotista de tarot 806, el tradicional servicio telefónico que cobra una tarifa. El teléfono en el que atiende es el 806 511 219, una modalidad sujeta a una tarifa de pago por minuto de 1,21 euros desde fijo y 1,57 euros desde el móvil, ambas con IVA incluido.
Galiana cuenta con un equipo de 18 videntes entre las que se encuentran Marisol, Susana o Macarena. Su presencia asegura la atención en todo momento, así como una heterogeneidad en la manera de trabajar y en los servicios que prestan que es valorada por el cliente. Los más fieles, los que llaman prácticamente mes a mes, siempre quieren ponerse en manos de su persona de confianza.
Videntes sin gabinete
Hay quien prefiere comunicarse siempre con una única vidente, es decir, asegurarse de que, al llamar, será atendido por la misma persona. Esta dispondrá de los datos necesarios para proporcionar una videncia completa.
Lo cierto es que, según entienden otras tarotistas como las que te presentamos a continuación, el tarot sin gabinete permite construir de manera más sencilla una relación cercana y de confianza.
Estrella Donate
Desde susvidentesbuenas.es, Estrella Donate se dirige al público que necesita obtener respuestas sobre aquello que le perturba. Es precisamente lo que las videntes de hoy ofrecen: acompañamiento más allá de la adivinación, aunque obviamente siempre se valorará que las predicciones acierten.
Donate pretende dar “ese soplo de aire fresco”, explica, de modo que asegura usar su profesionalidad y sus conocimientos para conseguir reorientar la vida de quienes se ponen en contacto con ella.
Una de sus especialidades son las fechas exactas. Las videntes que ofrecen este servicio están tan seguras de hacer predicciones certeras, que van más allá de aventurar los sucesos: saben cuándo van a ocurrir. Se las conoce además por ser una de las mejores videntes del amor, uno de los temas que suelen copar las consultas.
Silvia Santolaria
Otro nombre que reluce en el sector es el de Silvia Santolaria, a la que se puede encontrar en sustarotistasbuenas.es. Asegura que la videncia es un don natural y hereditario que no tienen muchas personas en el mundo, y se siente agradecida por ser una de las bendecidas con él. Procede de una familia con larga tradición en las artes adivinatorias y en conexión energética con el universo, según explica en la web, cualidades que utiliza para brindar ayuda a otras personas.
La razón por la que muchas personas la consideran como una de las mejores tarotistas por teléfono es, según cree, el acierto en sus predicciones: “Cada vez más personas contactan conmigo para resolver sus dudas y, por eso, estoy considerada como una de las mejores dentro del ranking”, asegura. Reconoce, eso sí, que en el sector hay otras profesionales reputadas a las que recomienda, pues se toman su trabajo en serio.
Elena Ocaña
Otra que ha sabido ganarse un hueco entre las mejores videntes del tarot telefónico es Elena Ocaña, de quien se puede conocer más en tarotistabuena.tel. Inicia su presentación dirigiéndose a un público muy específico: el que está cansado de rastrear anuncios, foros y otros espacios en Internet buscando respuestas sin que hasta ahora le hayan sido dadas.
Ocaña, como otras tantas, reconoce que el Tarot está copado de intrusos, de personas cuyo único afán es enriquecerse a costa de exprimir a personas en necesidad, no de ayudarlas. Insiste en que la videncia debe ser algo natural y muy asociado a la tradición y a lo hereditario (también su abuela y su madre eran videntes), pues es el modo en que se transmite el don.
Lo suyo también es un tarot sin gabinete en el que pretende proporcionar respuestas a todos los clientes y construir con ellos una relación de confianza, pero cuenta con una compañera que presta ayuda a quien la necesite de manera urgente.
La videncia sigue siendo recurrente, más aún en época de incertidumbre. Necesitamos tenerlo todo planificado y conocer qué nos depara el futuro para poder amortiguar el posible golpe. Así, las artes adivinatorias pretenden ayudar a reflexionar sobre lo que está por venir.