El Gobierno español lamentó este jueves la decisión de Nissan de cerrar sus plantas en Barcelona y anunció su voluntad de buscar una “solución alternativa” para salvar los empleos que se destruirán como consecuencia del cierre de esas factorías.
Lo dijo la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, en una entrevista en RNE recogida por Servimedia, después de que el grupo automovilístico Nissan haya comunicado al Gobierno su decisión de cerrar las plantas que tiene en Barcelona, en las que trabajan alrededor de 3.000 personas.
La jefa de la diplomacia española lamentó la decisión de la compañía japonesa de marcharse de Europa, un mercado de 700 millones de usuarios y, por ende, centrar su producción de Asia, a pesar de los esfuerzos realizados por el Gobierno para “mantener la actividad empresarial y el empleo”.
Indicó que el Ejecutivo “no tirará la toalla”, “no se quedará de brazos cruzados”, por lo que se esforzará en “buscar fórmulas para mantener el empleo, que es el bien más preciado en estos momentos”. “Vamos a explorar todas las opciones posibles, porque nos preocupa mantener ese empleo y ese saber hacer de más de 40 años”, confirmó González Laya.
La ministra destacó que el Gobierno ha ofrecido “todo tipo de apoyos, acompañamientos, ayudas, planes” para evitar que Nissan tomara esta decisión, pero comentó que la compañía “tiene un plan, que pasa por recentralizar sus actividades” en Asia, con independencia de las facilidades que los países europeos le concedieran.
No obstante, reiteró que “no podemos quedarnos en el lamento y habrá que buscar una solución alternativa” para el mantenimiento de los empleos de las plantas de Nissan en Barcelona.
Esto le sirvió para subrayar la necesidad de “retomar la actividad económica lo antes posible”, poniendo en marcha todos los mecanismos que permitan proteger el empleo y la actividad empresarial, y desarrollar una “apuesta decidida” por la industria española en sectores como la sostenibilidad, las energías renovables y el digital.