[dropcap]A[/dropcap]sí vamos mal y los datos lo corroboran. En Castilla y León se hace más difícil doblegar otra curva, la del reto demográfico: 14.299 muertes más que nacimientos se registraron en el último año en la Comunidad, lo que tiene como consecuencia el segundo peor saldo vegetativo de España, sólo superada por Galicia, con 15.631. Son datos que publica este miércoles el Instituto Nacional de Estadística que vuelven a poner sobre la mesa el problema del envejecimiento de la población y el relevo generacional.
ICAL. Sólo tres autonomías registraron un saldo positivo, Madrid (8.400), Región de Murcia (2.781), Baleares (1.654), junto a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (305 y 759). El resto apuntaron descensos, pero no tan acuciantes como Castilla y León y Galicia. Así, el saldo también negativo en Navarra (187), La Rioja (736), Andalucía (1.297), junto a Canarias (1.546). Por encima de la cifra de 2.000 se situaron Cantabria (2.486), Cataluña (2.503), mientras que el resto de autonomías superaron la barrera de los 3.000: Extremadura (3.595), Aragón (3.965), junto a Castilla-la Manca (4.151), País Vasco (6.152), así como la Comunidad Valenciana (6.756), y Principado de Asturias (7.741)
En concreto, los datos de Movimiento Natural de Población e Indicadores Demográficos Básicos del INE reflejan que el año pasado nacieron en Castilla y León 14.318 bebés, frente a los 28.617 fallecimientos. Se trata de un 4,8 por ciento menos, cuando la tasa de variación anual en España se cerró en el 3,5 por ciento, con 13.007 nacimientos menos. Es más, la si se analiza la evolución de los últimos diez años, se observa que la cifra no ha hecho más que decrecer desde el año 2000, cuando nacieron 17.874 personas en la Comunidad.
También, se observa que de los nacimientos que hubo en Castilla y León hasta 2.236 fueron de madre extranjera, el 15, 6 por ciento, y las defunciones de foráneos ascendieron a 212. En este caso, en España, las madres extranjeras se elevaron a 80.131, un 22,3 por ciento del total, mientras que las muertes se cerraron con 15.029.
En el conjunto de España, todas las autonomías vieron caer la tasa de nacimientos, excepto La Rioja, donde creció un 3,3 por ciento. Por debajo de la media nacional se situaron también Navarra, con un retroceso del 0,5, junto a la Comunidad Valenciana (-1,9 por ciento), Extremadura (-2,4), Andalucía (-2,7), junto a Murcia (3,1), Cataluña (3,2), Comunidad de Madrid (3,4) y dentro de la media del -3,5 por ciento, Castilla-La Mancha y Aragón.
En el furgón de cola se encontraron, por este orden, Asturias (-10,1), Cantabria (-7,4), Baleares (-5,9), junto con Galicia (-5,8), Castilla y León (-4,8), Canarias (-4,5) y País Vasco (-4,2).
Por lo que respecta al número de hijos por mujer, Castilla y León cerró la cifra de 1,13, por debajo del 1,23 de España. En este caso, Murcia fue la comunidad con el indicador más elevado, 1,4, frente a Canarias que no llegó a un hijo, con 0,94, al igual que Principado de Asturias, con 0,96.
El informe arroja que en el último año, en Castilla y León se casaron 5.774 personas, muy por debajo de los 7.144 de hace un año. En España también, volvió a caer el dato, un 1,2 por ciento, hasta los 165.578 matrimonios. La edad media se situó en 38,7 y 35,9 años en hombres y mujeres, en cada caso.
Fallecimientos
En cuanto a los fallecimientos, la Comunidad sumó 28.617, por debajo de los 29.297 de 2018, un 2,3 por ciento menos. Fue la tónica general del país, con descensos en todas las autonomías menos en Madrid (1,25 por ciento más) y Murcia (un por ciento). El país perdió 417.625 personas, por debajo de las 427.721 de hace un año, es decir un 2,4 por ciento menos.
La tasa bruta de mortalidad de Castilla y León, es decir, el número de fallecimientos por cada 1.000 habitantes, se situó en 11,9, sólo por detrás de los 12,6 de Asturias, donde se registró el mayor ratio. La media nacional fue de 8,8 fallecimientos por 1.000 habitantes, y la autonomía con el menor ratio fue Baleares, con 6,7.
Esperanza de vida
Frente al anterior escenario, los habitantes de Castilla y León están entre los de mayor esperanza de vida de toda España, con una media de 84,2 años, sólo por detrás de los madrileños, 85 años, y los navarros, 84,6. La esperanza de vida en la Comunidad, se situó por encima de la media nacional, de 83,6 años.