No ganamos para sustos. Nos las prometíamos muy felices por entrar ya en la fase 2 y la alarma ha saltado en pleno estado de idem: un cocodrilo de metro y medio de longitud ha sido avistado a la vera del Pisuerga en el paraje de La Pesqueruela, muy cerca ya de su confluencia con el Duero, término municipal de Simancas.
El alcalde simanquino, Alberto Plaza, a la sazón senador del PP por gracia de su entrañable Pablo Casado, fue el primero en alertar sobre la presencia del reptíl, e inmediatamente otros ediles de poblaciones ribereñas aguas abajo, como Villamarciel, San Miguel del Pino y Tordesillas, han lanzado bandos advirtiendo del peligro que entraña merodear por las orillas del Duero.
Mientras el SEPRONA de la Guardia Civil se ha puesto manos a la obra para localizar y reducir a tan peligroso anfibio, todos son especulaciones sobre su origen. ¿Quién podría tener en su poder a modo de mascota una criatura animal de esa naturaleza? ¿Se habrá fugado harto de su confinamiento, como sugiere alguno de esos bandos municipales, o su propietario, harto a su vez de compartir semejante compañía, ha decidido liberarse de él?
Hay hipótesis para todos los gustos, alguna pienso yo que un tanto retorcida, que apunta poco menos que a teorías de la conspiración. Como esa según la cual alguien pudiera tener al cocodrilo a buen recaudo para soltarlo oportunamente a modo de maniobra de distracción, o sea, para desviar la atención pública ante algún marrón sobrevenido. En ese terreno, la imaginación se calienta y hay quien piensa que el PP, no en vano el “sospechoso habitual” (Tudanca dixit), haya querido correr una cortina de humo ante la reapertura judicial del caso de las primarias ganadas por Mañueco a Silván. Puede que tan delirante sospecha tenga relación subconsciente con esa leyenda urbana conocida como “fondo de reptiles”.
El que no parece haberse alarmado es el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, otrora “El pañuelitos”, competente a fin de cuentas en materia de fauna salvaje (casualmente, el Centro de Recuperación de Animales Silvestres dependiente de la consejería está bastante cerca del Pisuerga y no muy lejos de donde ha sido visto el cocodrilo). En fin, la cosa tampoco será para tanto cuando han pasado 48 horas sin que Francisco Igea se haya hecho eco del caso en su cuenta de Twitter…