La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) reclama 40.000 docentes y una inversión mínima por alumno de unos 5.800 euros anuales, dentro de su plan a cinco años para reconstruir la Educación tras el COVID-19.
La organización presentará este programa como una alternativa al documento del Consejo Escolar del Estado para el comienzo de curso 2020-2021, sobre el que votará en contra, durante la Comisión Permanente y el Pleno de este órgano consultivo, que se celebran los próximos 16 y 23 de junio, respectivamente.
“El parón de las clases presenciales, la educación a distancia y la vuelta a las aulas el próximo curso confirman la urgencia de una estrategia común que permita avanzar soluciones para que ningún alumno quede atrás por la pandemia”, comenta en un comunicado.
CSIF afirma que las administraciones están “intentando culpar” al coronavirus de problemas estructurales que persisten desde hace más de treinta años como son la “falta de inversión, abandono escolar, paro juvenil y diferencias entre las comunidades autónomas”.
El sindicato expone que en los últimos diez años, coincidiendo con la anterior crisis económica y los recortes en las autonomías, las plantillas se han visto mermadas con 16.922 docentes menos, rompiendo el esfuerzo en la contratación realizada desde 1990, mientras que la ratio alumno/profesor ha aumentado de 16,09 a 16,29.
El curso 2020-2021 será, según CSIF, “muy complejo” por lo que es “urgente acordar las condiciones sanitarias y de prevención para la vuelta a las aulas”. “Es inadmisible que se pretenda duplicar el trabajo del profesorado reduciendo ratios de alumnos por aula para mantener la distancia de seguridad, pero sin una dotación adecuada de recursos humanos”, aseveran.