El 90% de las startups y scaleups, empresas que se adhieren a diferentes etapas de desarrollo, tienen dificultades para atraer talento, y el 95% experimenta los mismos problemas para retenerlo. Así lo pone de manifiesto el estudio The Start-Up Experience – HR best practices in fast-growing companies, que ha elaborado la consultora Willis Towers Watson.
El mercado no solo es competitivo para los trabajadores, también lo es para las empresas que quieren contar en sus filas con los que de verdad pueden ayudarles a crecer. Así, siguiendo más datos del estudio, el 60% afirma que debe competir con otras empresas para encontrar perfiles cualificados, y la mitad de ellas lo hace frente a grandes organizaciones.
En concreto, el tiempo de permanencia medio en el 60% de las empresas reflejadas en el estudio es de uno a tres años, un periodo que se suele considerarse insuficiente para un proyecto a largo plazo. Que un trabajador se marche implica que, de algún modo, caiga en saco roto su formación, y que haya que invertir recursos (sobre todo, tiempo) en hacer lo propio con quien ocupe su puesto.
De estos datos se desprende la importancia de especializarse en gestión de RRHH: es crucial contar con profesionales formados y comprometidos que, además, estén plenamente motivados en el desarrollo de sus funciones, lo que les lleva a estar en constante actualización y, así, alcanzar buenos resultados.
El talento como motor de éxito
Si algo caracteriza a una empresa exitosa es el valor que da a su equipo como motor. Son plenamente conocedoras de la importancia de contar con profesionales bien formados, comprometidos con los objetivos y motivados, lo que, como decimos, les invitará a seguir formándose. Todo empieza con la formación en Recursos Humanos, un departamento que ha ido ganando peso en los últimos años.
La especialización para poder gestionar tales efectivos la da, entre otros planes de formación, un postgrado. Los responsables del Máster Oficial en Dirección de Recursos Humanos de la Escuela de Negocios y Dirección – ENyD lo tienen claro: “El Máster se centra en la gestión del talento, dado que es el gran reto al que se enfrentan las empresas en el siglo XXI”, explican.
Las cuestiones que deben resolver desde el departamento de Recursos Humanos va más allá de los procesos de selección, aunque lógicamente estos engloban una parte importante del trabajo. La motivación para la productividad, la satisfacción de la plantilla y las estrategias de retención, en definitiva, son elementos claves y vinculados al éxito empresarial.
Los conocimientos adecuados
Las empresas que viven en un constante pulso con sus trabajadores no parecen ajustarse al perfil de compañía competitiva, según las lógicas actuales. Queda clara la necesidad de liderar a las organizaciones en el nuevo paradigma, dejando a las personas que ocupen un lugar importante en el centro.
Un máster en este ámbito debe estar orientado a formar a directivos, no solo a responsables de recursos humanos. La gestión del talento quedaría englobada no en un único departamento, sino en la estrategia general de la empresa.
El plan de estudios del programa mencionado incorpora el uso de las nuevas tecnologías y de herramientas clave para la dirección y la gestión de las personas, lo que implica un alto componente práctico. Se aborda la estrategia, planificación y selección, el desarrollo del talento, el liderazgo a través de la implicación y el diálogo, o la comunicación. También aspectos más prácticos como la retribución y el coaching.
Algunos perfiles valorados en los Recursos Humanos
El/la director/a de Recursos Humanos es el responsable de reclutar a los empleados cuyo perfil mejor case con los valores y los objetivos de la organización. Sirve también como mediador/a entre empleados y superiores, y lleva un control del personal.
Puede ser una figura diferente a la del Head of Talent Manager, aunque con frecuencia este es un rol que asume el/la propio/a director/a. Su formación le hace tener capacitación para identificar talentos.
El Conflict Managager por otra parte, es un perfil que ha ganado peso en las últimas décadas. Estos profesionales trabajan los aspectos negativos que ensombrecen una organización, desde el punto de vista de los recursos humanos. La persona especialista se ocupa de reducir, eliminar o atajar cualquier forma o tipo de conflicto, haciendo las anotaciones pertinentes para la efectividad y la optimización del trabajo.
Con todo, la especialización en la dirección y gestión de personas, a través de un máster como vía efectiva de formación, constituye un valor de futuro.