El mercado de ganado de Salamanca ha abierto este 15 de junio sus puertas después de casi tres meses de confinamiento y parón obligado por el coronavirus. Y lo ha hecho con incertidumbre y precaución ante la crisis sanitaria, pero con la sensación de que algún día tenía que ser el primero.
Al menos así lo ha visto Roberto Tapia, tratante y miembro de la mesa de vacuno de vida de la Lonja de Salamanca, quien ve de momento el ambiente un poco apagado en esta vuelta a la nueva normalidad del mercado de ganado.
“La verdad es que es todo un poco raro y no puede tomarse como referencia el mercado de hoy; la gente está un poco con dudas y sin saber bien qué hacer. Es un mercado raro y con poco ganado como era de esperar”, apunta Tapia.
Asimismo, hace hincapié en que quizá “haya alguna partida que se haya vendido bien, pero por lo general no se han hecho operaciones a los precios de siempre o como hasta ahora. Hay gente que no esta muy conforme con haber venido hoy, no lo sé… a lo mejor es que no nos hemos mentalizado todavía de volver aquí cada lunes. Es algo atípico y no vale como referencia; la gente estaba un poco indecisa”, explica el tratante Roberto Tapia.
No en vano, también tiene claro que alguna vez tenía que ser el primer día y que, con el paso de las semanas, se irá recuperando cierta normalidad. “A medida que pasen las semanas, imagino que todo se irá normalizando, pero hoy la gente ha estado un poco perdida; no sabe si comprar, no comprar… y faltan muchos profesionales. Tenía que haber un día para empezar y ha sido este 15 de junio”, señala.
Al final, según Tapia, “te adaptas a todo y la gente ha seguido operando desde su explotación, aunque aquí en el mercado hay más facilidades. Pero, nos adaptamos a todas las circunstancias y seguimos con nuestra labor. Conviene que esté, pero hay que buscarse la vida también”.
En cuando a la calidad de los animales, como siempre, “hay de todo. Están todos los corrales muy dispersos por temas de seguridad, pero creo que existe un poco de todo”.