La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) pronostica para Castilla y León un verano caluroso, en la línea de los últimos años, pero que destacará de forma especial por un incremento de las temperaturas mínimas, que se situarán por encima de los valores medios, y por un mes de septiembre que también muy cálido
ICAL. El delegado de la Aemet en la Comunidad, Juan Pablo Álvarez, también adelantó que las temperaturas subirán de forma progresiva hasta el domingo, cuando ya se alcanzarán los 30 grados, y no descartó que a medida que avance la semana varias zonas del sur y del centro de Castilla y León entren en alerta amarilla por superar los 36 grados de máxima. Además, confirmó que en puntos como Segovia, Ponferrada (León) o Miranda de Ebro (Burgos) las temperaturas mínimas no bajarán de los 20 grados.
Álvarez pronosticó que las temperaturas máximas se situarán en valores altos, pero no extremos, mientras que el principal problema puede venir con las mínimas donde se pueden registrar periodos donde los termómetros no bajen de 20-22 grados.
Por otra parte, el delegado de la Aemet también resaltó durante la rueda de prensa ofrecida esta mañana junto al Delegado del Gobierno, Javier Izquierdo, que la primavera que está a punto de finalizar ha sido muy cálida, con una temperatura media de 12,5 grados, que se ha situado dos grados por encima del promedio del treintenio 1981-2010.
En cuanto a las principales ciudades, Ponferrada, registró la temperatura media más alta en una primavera desde 1951 con 14,5 grados, 2,6 grados por encima de los promedios, e igual ocurrió en Villafría (Burgos), que con 11,1 grados alcanzó la media más alta desde 1944.
En Ávila el incremento de la temperatura media fue de 2,4 grados y en Zamora, Valladolid y Soria fue de 2,2 grados. León registró una anomalía de dos grados, Palencia de 1,9 y Burgos de 1,8. Las menores subidas se registraron en Segovia (+1,6 grados) y Salamanca (+1,7 grados).
Por meses, la temperatura de marzo se incrementó una media de 0,4 grados, mientras que abril fue el séptimo más cálido desde 1951, con dos grados por encima del promedio. Por su parte, mayo fue el segundo más caluroso y el primero con mayor número de días con temperaturas superiores a los 25 grados.
Álvarez también matizó que la primavera que acaba mañana ha sido la cuarta más cálida desde 1951 en cuanto a la media de las mínimas, con muy pocos días de helada.
Por su parte, las precipitaciones superaron entre un 30 y un 35 por ciento los valores normales y fue una primavera especialmente húmeda en zonas del centro y del este de la Comunidad. La precipitación media acumulada en los observatorios fue de 172 litros, frente a la media de 129 litros. No obstante se está lejos de los 243 litros de 1956 o de los 231 litros de 2008 y 2011.
En cuanto a las principales ciudades, Valladolid registró el mayor incremento respecto a la media con un 72 por ciento, hasta los 203 litros, por delante de Soria, con un 66 por ciento (253 litros); Salamanca, con un 59 por ciento (167 litros) y Zamora, donde el incremento fue de un 51 por ciento (157 litros). Por el contrario, sólo Ponferrada registró lluvias por debajo del promedio (-9 por ciento) y acumuló 136 litros. En Ávila, con 153 litros, y en Burgos, con 207 litros, el incremento fue del 31 por ciento; en Palencia, donde se recogieron 147, del 24 por ciento y en Segovia, con 148 litros, del 9 por ciento.