La Universidad de Salamanca anunció este lunes, 22 de junio, el inicio de una campaña de diagnóstico y seguimiento de anticuerpos del COVID-19 que, bajo el nombre de ‘DIANCUSAL’, pretende hacer test serológicos a más de 20.000 estudiantes, profesores y personal de administración y servicios del Estudio salmantino hasta el mes de octubre.
C.T.M. / ICAL
La participación en el proyecto de investigación, diagnóstico y seguimiento del COVID-19 será voluntaria para la comunidad universitaria salmantina, si bien el coordinador y promotor del proyecto, el decano de la Facultad de Farmacia, Antonio Muro, espera que sea “muy alta” en el caso del profesorado y personal de administración y servicios y que ronde “el 70 por ciento” en el caso de los estudiantes.
‘DIANCUSAL’ estará dividido así en cuatro fases, que se desarrollarán entre los meses de julio y octubre. De esta manera, en una primera fase, se realizará el test a los profesionales del campus biosanitario desde mediado el mes de julio, lo que incluye a profesores y personal de administración y servicios de las facultades de Medicina, Enfermería, Farmacia, Biología y Medioambientales.
Posteriormente, en el mes de septiembre, coincidiendo con la incorporación de los estudiantes de estas facultades, se pasará a la fase dos con la realización de test a los mismos, una vez firmado el consentimiento para someterse a la prueba y tras la realización de una encuesta clínico-epidemiológica.
También en el mes de septiembre se comenzarán a someter a la prueba todos aquellos profesores y miembros del personal de administración y servicios del resto de facultades de la Usal que quieran, voluntariamente, participar en la misma, mientras que en octubre se comenzará con la realización de los test serológicos en los estudiantes de los centros de estudios de la Universidad de Salamanca que no pertenezcan al ámbito biosanitario.
Detección de anticuerpos
Los test se realizarán en la Clínica Odontológica de la Usal, donde estarán dispuestos seis equipos multidisciplinares, compuestos por un médico, un farmacéutico y un enfermero, que procederán a la extracción de sangre de los participantes “con todas las medidas higiénicas y de certificación sanitaria que tiene la Clínica”.
Posteriormente, se llevará a cabo el procesamiento de las muestras a través del “diagnóstico más optimizado para la detección de anticuerpos” mediante un test por quimioluminiscencia robotizado y automatizado con el que cuenta el Servicio de Microbiología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, participante también en este estudio.
En cuanto a la fiabilidad de estos test, que Antonio Muro recalcó que “son diferentes a los PCR” porque no detectan el virus en sí, sino “si tienes anticuerpos pasados e incluso si los tienes activos”, el decano de la Facultad de Farmacia aseguró que “son muy sensibles” y que, por tanto, tienen una fiabilidad “de la más alta en detección de anticuerpos”, ya que se realizan mediante extracción de sangre para obtener el suero, que es “el que se utiliza” para un análisis con una técnica automatizada que permite comprobar 300 muestras a la vez a través de un equipo que “está en el Servicio de Microbiología” del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.
Con la realización de estos más de 20.000 test, se pretende, como explicó Antonio Muro, “saber la situación de la comunidad universitaria cuando vaya a comenzar este curso de tantas incertidumbres”. También se podrá averiguar “si existen diferencias de contagio entre las diferentes facultades y entre estamentos” de la Usal, así como “ver si la población de estudiantes de la Universidad de Salamanca, que tiene mayor movilidad, puede haber vehículado la infección” en una provincia como Salamanca, en la que “la situación de la infección ha sido bastante agresiva”.
El presupuesto para esta campaña, que recurre a medios del Complejo Asistencial Universitaria de Salamanca, “saldrá de una modificación presupuestaria” de la Usal que se aprobará en el próximo Consejo de Gobierno, que se celebra el martes 30 de junio, porque en palabras del rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero: “Queremos invertir en seguridad e investigación biosanitaria para la protección de la salud de nuestra comunidad universitaria”.