La selección española inició este lunes su rehabilitación tras los últimos fiascos y los cambios que se han producido en el equipo dirigido por Vicente del Bosque, gracias a la colaboración impagable de Macedonia, un rival perfecto para tratar de recuperar la autoestima y el juego.
A los 17 minutos España, que salió con ritmo y agresividad, ya estaba 2-0, con gol de penalti lanzado de forma temeraria por Sergio Ramos, a lo Panenka.
Luego se relajó, dio por hecha la victoria, y los macedonios aprovecharon el resquicio para forzar un penalti dudoso que se convirtió en el 2-1.
Con otro rival delante, la situación igual habría generado un ataque de nervios y una recaída, pero era Macedonia, una madre y amiga, que acabó hecha trizas por la nueva España que Del Bosque ha puesto en manos de Fábregas, Koke y Silva, a falta de aclarar la propiedad de la portería y el advenimiento de Iniesta.
Busquets, Silva y Pedro redondearon la faena.