La Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC), entidad que representa la acción solidaria de todo el colectivo médico a nivel estatal, ha destacado que la ansiedad, el estrés y el insomnio son las principales secuelas que está dejando la pandemia en el colectivo médico.
Así se puso de manifiesto durante el ‘webinar’ celebrado con motivo de la V Jornada Clínica PAIME que, organizado por la FPSOMC, abordó el impacto de la COVID-19 en la salud mental de los médicos, en un comunicado que ha hecho público el Colegio de Médicos de Salamanca.
Durante la inauguración del encuentro, conducido por la vicesecretaria de la FPSOMC y del CGCOM, María Rosa Arroyo y por la directora técnica de la FPSOMC, Nina Mielgo; el presidente de la FPSOMC y del CGCOM, Serafín Romero, evidenció el agotamiento psíquico y emocional de los médicos españoles “que se han visto sometidos a una situación especialmente compleja nunca vista antes y que hace que ahora más que nunca se haga visible el lema de nuestra Fundación ‘cuidando de ti, cuidando de todos’”.
En esta línea centró su intervención la psiquiatra y jefa de servicio del área de Psiquiatría, Psicología Clínica y Salud Mental del Hospital La Paz de Madrid, María Fe Bravo, que señaló la “importancia de cuidar la salud de los profesionales sanitarios para garantizar una buena atención al paciente”.
Bravo hizo referencia a diferentes estudios que demuestran que tras la COVID-19, más del 70% del personal sanitario había sufrido estrés, el 40% ansiedad y cerca del 30% había padecido insomnio, tanto durante los peores momentos de la pandemia, como después.
“La complicada situación que hemos vivido ha tenido un impacto tremendo en el funcionamiento del sistema sanitario, pero sobre todo en la salud mental de los médicos, que se ha visto influida por distintos factores y que han estado sujetos a múltiples presiones que nos han puesto a prueba como organización, como sistema, como profesionales y como personas”, indicó.
Por su parte, la médica psiquiatra y jefa clínica de Hospitalización del programa PAIMM Barcelona de la Clínica Galatea, María Dolores Braquehais abordó el tema de la atención ofrecida al propio personal médico durante la pandemia y explicó que el perfil de las personas atendidas ha sido en gran mayoría médicos y enfermeras, aunque se ha abierto a profesionales de centros de primaria que han pasado también situaciones muy duras a nivel emocional.
“Durante estos meses han sido PAIME todos los hospitales, los centros de salud y otros centros implicados, que han ofrecido de manera gratuita sus centros de apoyo terapéutico a los profesionales sanitarios y no sanitarios, que han estado en primera línea de la lucha contra la COVID”, apuntó.
El psiquiatra y especialista en adicciones, Josep María Fábregas ahondó en la irrupción que habían supuesto las nuevas tecnologías en el tratamiento de la salud mental con la llegada de la COVID pues, “aunque el mundo se ha digitalizado desde hace tiempo, en medicina no se ha producido de la misma forma este cambio, ya que era realmente difícil introducir las herramientas que podían facilitar el trabajo, pero la llegada de la pandemia lo cambio todo y nos hizo adaptarnos”.
Este experto explicó que, aunque ha sido muy complicado cambiar los hábitos de los psicólogos y psiquiatras en este sentido, se está comprobando que la utilización de las nuevas tecnologías ofrece múltiples ventajas en el tratamiento de la salud mental, “como por ejemplo acabar con el estigma que todavía supone acudir a una consulta de salud mental que, si es difícil para la población en general, aún más para los médicos”. “Esto ha llegado, ha venido para quedarse y en el futuro va a ser más necesario que nunca”, concluyó su intervención.
La prevención
Por último, desde la Comisión Técnica del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), la doctora Enriqueta Ochoa puso de manifiesto la importancia de ofrecer “una respuesta excepcional del PAIME a una situación que ha supuesto unas condiciones de desempeño físicas y mentales extremas que afectarán negativamente al profesional sanitario y al desarrollo de la actividad asistencial como consecuencia”.
En este sentido, la doctora subrayó la importancia de tratar los síntomas de estrés o ansiedad lo antes posibles para evitar que se cronifiquen y aparezcan trastornos mentales más graves. Para ello, considera esencial que el PAIME trabaje en el concepto de prevención y en etapas iniciales de la formación.
“El PAIME debe implicarse desde las primeras etapas del proceso formativo, tenemos que intentar ser productivos y preocuparnos por los médicos en formación antes de que se desarrollen problemas. Para ello, estamos intentando ya hacer actuaciones preventivas y ampliando la cartera de servicios para atender de la mejor forma posible”, concluyó.