Fueron 50 días de convivencia, de ilusión, de competición, de fútbol… y de historia. Más de un mes y medio en el que el gran parte del país se olvidó en cierto modo de sus miserias para tener una motivación con un deporte que ofrece las dos caras: tan maravilloso como oscuro. En esta ocasión, la luz brilló como nunca gracias a nuestra primera estrella que ya está en el cielo del fútbol para iluminar el camino cuando vengan mal dadas.
Hablamos, claro está, de un acontecimiento que siempre será historia de nuestro deporte, y no es otro que el Mundial de fútbol de Sudáfrica del año 2010; una década ha pasado ya desde entonces y, en muchas ocasiones, nos parece que fue ayer. El colofón tuvo lugar ese 11 de julio con dos momentos clave como fueron el mano a mano de Robben con Iker Casillas y el gol de Andrés Iniesta en el minuto 116 de partido.
Uno de los grandes protagonistas de esa hazaña (también ganaría la Eurocopa de 2012) fue el salmantino Vicente del Bosque, seleccionador de ‘La Roja’, quien recuerda para La Crónica de Salamanca cómo fue todo diez años después. Sus sentimientos, vivencias, el significado de lo conseguido y el hecho de haber roto con los viejos complejos que asaltaba a nuestra selección. En primera persona, un campeón del Mundo y de Europa.
Diez años de un hito: “Sí, la verdad es que el tiempo ha pasado muy rápido y fue una fecha histórica para nosotros y creo que para todo el país. Al fin y al cabo, son 100 años de historia de nuestra selección y nunca nos habíamos acercado a ganar nada, hasta que llegaron las dos Eurocopas y el Mundial y de la manera en la que se lograron”.
Un equipo: “Se trata de una generación en la que hemos tenido la fortuna de contar con muy buenos jugadores que ya fueron campeones en las categorías inferiores y que han tenido mucha calidad. Lo que hicimos fue formar un equipo, que es de lo que se trataba”.
¿Había repasado todos los partidos?: “La verdad es que no los había visto hasta el confinamiento, tanto los del Mundial como los de la Eurocopa. Entonces, te das cuenta de que éramos muy competitivos y eso es muy positivo; y más para un torneo de esas características, que es corto, por lo que hicimos bien bastantes cosas”.
Llegada al Mundial: “Veníamos de ganar los diez partidos de la fase de clasificación, que se daba por hecha antes, y eso no es así. Llegamos en un buen momento y con la convicción de que podíamos hacer un buen papel en la competición, aunque no con la certeza de ganar, claro, pero sí de hacer un buen Mundial; llegaríamos hasta donde nos llevara nuestro fútbol, pero parece que todo se truncó un poco con la derrota en el debut contra Suiza. La clave estuvo en el comportamiento de todos los que estábamos en la selección, en el ambiente que había y en el hecho de saber aceptar esa derrota para afrontar todo lo que quedaba de Mundial; fue un reto”.
Romper complejos: “La gente tenía problemas también en ese momento, no hay duda y creo que fue un paso adelante para todos. En nuestro caso también porque rompimos viejos complejos que nos asaltaban; que si no pasábamos de cuartos… quizá estábamos un poco estigmatizados en eso y parecía que éramos incapaces de hacer algo así y hemos demostrado que podemos estar a la altura de cualquier país futbolísticamente”.
Contacto con la generación de oro: “Cuando los veo sí nos saludamos y charlamos un rato, pero no tengo contacto con ellos, por decirlo así. No en vano, convivimos durante 50 días juntos y muchos de los jugadores han cumplido 100 partidos con la selección con nosotros. Son momentos para no olvidar”.
Una década después, confinados: “Creo que nadie podía imaginar esto; vivimos una etapa de gran incertidumbre e incluso los expertos no sabían muy bien qué hacer porque nos pilló a todos de improviso. Y creo que aquí el fútbol ha tenido un papel bastante importante porque ha trasladado un poco de optimismo para todos y que se haya jugado la Liga es bueno para la sociedad, aunque no haya público; creo que ha sido bonito”.
¿Vendrá otra generación igual?: “Estoy convencido, no sé si igual, pero vendrán otros jugadores de otras características, quizá. Contamos con una buena base y estructura y confío en que estaremos en disposición de luchar por nuevos campeonatos. Hay opciones de volver a repetir esto porque contamos con buenos jugadores y los clubes españoles están logrando cosas importantes. Tenemos todo para volver a disputar con garantías Mundiales y Eurocopas, otra cosa es conseguirlo, porque para eso también hace falta un poco de suerte, y nosotros la tuvimos”.
¿Echa de menos el fútbol?: “La verdad es que no tengo nostalgia ni ningún tipo de desasosiego; no lo tuve cuando dejé de jugar y tampoco cuando llegó el momento de retirarme de los banquillos. Me siento un privilegiado por haber hecho de mi juego favorito mi profesión; recuerdo siempre cuando era chavalín y jugaba en la plazuela de Miguel de Unamuno… hasta todo lo que hecho. Soy muy afortunado”.
El fútbol en Salamanca: “Sigo todo lo que ocurre en el fútbol en Salamanca; veo la trayectoria de los dos equipos y les deseo lo mejor, como no podría ser de otra manera. Sé que cada uno tiene su afición, pero hay mucha gente que sigue a los dos con el mismo interés, o eso creo yo. Me gustaría que eso ocurriese…”.