Tenemos santas, catedráticas, artistas, socialité, empresaria,… Salamanca tiene en su historia grandes nombres de mujer y La Crónica de Salamanca inicia una serie donde se recordará a estas mujeres que dejaron su impronta en la ciudad y fuera de ella.
[dropcap]F[/dropcap]idela Viñuela Valiente (Robleda, 1928) hizo honor a su segundo apellido. Fue valiente, adjetivo que acompaña a las personas que son capaz de acometer una empresa arriesgada a pesar del peligro, que es eficaz y activo en su línea, física o moralmente y que es excelente y muy valioso.
A medida que María Burrieza, ex alumna y compañera de Fidela, va desgranando la figura de esta maestra de maestra que murió en febrero de este 2020, comprenderemos el porqué del calificativo de valiente.
María recuerda la infancia de Fidela, la pequeña de una familia cuyo patriarca era el médico de Robleda. Cursó lo que hoy sería parte de la ESO y Bachillerato interna en el colegio Siervas de San José, hasta que se fue a Madrid a estudiar Pedagogía. En la capital tuvo su primera oferta de trabajo de la mano de la catedrática Teresiana de Poveda, pero al no tener todavía muy claro su futuro, Fidela decide declinar la oferta y al acabar la carrera entra en el noviciado de las Siervas de San José en Salamanca. «Lo cual es curioso pues las que entraban en el noviciado solían tener unos quince o dieciséis años y ella lo hizo con unos veinticuatro o veinticinco y una vida ya formada».
En palabras de María Burrieza, Fidela poseía un talante tanto pedagógico como educativo que la impulsó a dedicarse a la enseñanza. «No es lo mismo enseñar que educar. Como pedagoga era extraordinaria. Tenía una empatía para las circunstancias y las formas de sentir y de ver de las personas que parecía que llevase en la sangre el ser educadora. Era tan natural en ella la actitud educativa que yo creo que ni se lo pensó”.
¿Qué aportó a la enseñanza? No solo en las Siervas sino a nivel general.
¡Qué largo! (risas). Ella fue directora de este colegio (las Siervas de San José) bastante tiempo, y lo más importante es que fue directora de la Escuela de Magisterio Virgen de la Vega que tenían las Siervas, con lo cual ella fue la educadora de muchas generaciones de maestras que salieron en los años 60, 70, que tras hacer las oposiciones se dispersan por toda la geografía española. La marca de educación de la madre Fidela ha tenido unas repercusiones que son imposibles de calibrar. No todas sus alumnas fueron Siervas, la gran mayoría se casaron… pero hablando con ellas recuerdan: Te trataba de tal manera que parecía que eras la única persona, la más importante para ella.
Según nos cuenta María Burrieza, ya antes de Fidela Las Siervas, era un colegio bastante familiar en comparación con otras instituciones. «No mejores ni peores. Las otras instituciones podían resultar más normativas frente a Las Siervas. Pero frente a una educación que te decía que si cumplías ciertas normas eras una buena alumna ella, a pesar de ser exigente, era flexible, sabía contemplar circunstancias y dejar a las alumnas cierta libertad. A esto, se añade otra cualidad de Fidela, estaba abierta a todas la iniciativas que sus alumnas presentábamos. Queríamos cambiar cosas”.
¿Qué beneficios notaste siendo su alumna?
Fui su alumna en toda la carrera de Magisterio, los tres años, y a mí, como a todas mis compañeras, me marcó. Tanto me marcó que yo hice luego Pedagogía en ‘la Ponti’ y tengo que confesarte que en la carrera aprendí teoría pero talante educativo, ya lo había aprendido con Fidela.
Según María Burrieza, a Fidela no le hizo falta convencer a sus alumnas de seguir sus métodos, predicaba con el ejemplo, la manera que tenía de tratar a sus alumnas era diferente e innovadora, con todo, Fidela era una gran profesional, y muy exigente; te exigía tanto personal y laboralmente y en el ámbito del rendimiento.
Setenta años por delante
Fidela fue pionera en muchos aspectos, tanto es así que a día de hoy su forma de enseñar y educar es usada en los colegios. Para Fidela el alumno era el protagonista, y se tenía que dialogar y tener en cuenta tanto el contexto como la situación del alumno así como sus iniciativas e inquietudes. Este método es el que se utiliza ahora, sesenta años después, dándole al alumno el protagonista en las aulas.
Por último, ¿Cómo crees que será recordada?
Si es recordada como la recuerdo yo… es imborrable. Será recordada como una gran mujer, una gran pedagoga y una gran persona, y una Sierva de San José, impresionante. Ella vivió dos épocas dentro de la congregación, antes y después del Vaticano II, que conllevó una liberación de lo que era anteriormente la Iglesia, Fidela fue parte de esta evolución y este progreso.
Entre las cosas que le hubiera gustado hacer a Fidela se encuentran el leer y escribir, ser directora de las Siervas de San José en aquella época eran muchas horas y muchas alumnas, vivía para la enseñanza, tal vez, si hubiera tenido algo más de tiempo para leer y escribir, estaríamos hablando de una Giner de los Ríos.
Así la recuerdan sus alumnas
Madre Fidela, tus alumnas, nunca te olvidan, que el Espíritu Divino, te tenga en un lugar Especial. Gracias, Gracias, por tu sonrisa, generosidad, humanidad, sentido de disciplina, tus abrazos, tu comprensión, tu labor tan importante, te queremos.
De María José
Desde los 4 años estuve en el colegio y a pesar de lo mucho que le debo a todas mis educadoras siempre recordaré como las mejores a la madre Celia y a la madre Fidela parece un anacronismo llamarlas madres, pero así eran para nosotras que Dios la premie como se merece, somos muchas agradecidas, por su labor que no la olvidaremos.
De Choni Villoria
A pesar de que sólo estuve tres años en el colegio guardo un bonito recuerdo de ella, por su mente muy abierta para con todas nosotras y lo que disfrutamos con ella en Andalucía por nuestro viaje de estudios, realmente era una madre para todas. Nos protegerá desde el Cielo..
M. Teresa Alonso
Me ha emocionado todo lo que habéis dicho sobre la Madre Fidela. De la abundancia del corazón habla la boca. Fue un referente para nosotras que nos ha servido de guía en todos los pasos que hemos dado en el caminar de la vida.
Su tarea en la tierra ha terminado pero su estela permanecerá.
De Carmen Centeno
Siento mucho el fallecimiento de la madre Fidela. Junto con mis padres, fue una de las personas que más ha influido en mí vida. Nunca tenía un mal gesto, comprensiva y cariñosa. El Señor le tenía reservado un lugar privilegiado. Pedirémos por ella aunque no lo necesite.
De Feli
Nuestras oraciones son para ella .Paso por nuestras vidas haciendo el bien y dando cariño. Gracias M Fidela. Reza por nosotros desde el cielo.
De M. Carmen Martín
Buena escuela nos dejó y como buena MAESTRA dejó una buena huella en todas nosotras. No te olvidaremos Madre Fidela, pero tú tampoco te olvides de nosotros.
De M. Belén
Estará ya en el cielo con el Señor, a nosotras nos formó, y nos hizo mucho bien. Sin hacernos, maestras ñoñas, nos inculcó valores que después nosotras hemos procurado trasmitir por toda la geografía de España. Siempre tenía una sonrisa en la cara y supo apoyarnos. Nunca la recuerdo con mala cara (no sé si se enfadaría, supongo que lo haría alguna vez) pero yo no la recuerdo nunca así, ni siquiera cuando le sacamos los cochinillos y se los toreamos. Ella seguirá cuidándonos desde el cielo y nosotras con otro enchufe más al lado del Señor, pediremos su paz y su intersección. Con todo mi agradecimiento hacia ella, con un gran abrazo.
De M.Carmen M.
5 comentarios en «Fidela: maestra de maestras»
Mi tutora. Por ella me hice profesora. Siempre la recordaré.
Un gran ejemplo como mujer,como religiosa ,y como educadora,siempre la recordaré con mucho cariño,fué mi tutora en el colegio de las Siervas de San José.Que Dios la tenga en la gloria y pueda interceder por nosotras
Fidela Viñuela Valiente era una persona apreciable a quien recordaremos como eventual vecina de la Panera, junto a la iglesia de Robleda, en compañía de su hermana Victoria. Su silueta espigada era reflejo de una espiritualidad intensa: mujer inteligente, tolerante y discreta. Descanse en paz.
La madre Fidela fue una de mis «madres» en el colegio. Ya había sido profesora de mi tía y en casa se percibía el cariño, respeto y admiración por ella. Ahora soy consciente de lo sano que es haber sido educada con coherencia padres-educadores.
Muy Agradecida!
Rosa Sánchez
La madre Fidela fue una de mis «madres» en el colegio. Ya había sido profesora de mi tía y en casa se percibía el cariño, respeto y admiración por ella. Ahora soy consciente de lo sano que es haber sido educada con coherencia padres-educadores.
Muy Agradecida!
Rosa Sánchez