El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, recordó este jueves que el juez “es el responsable” de determinar si prorroga el aislamiento en Aranda de Duero, una vez que la Consejería de Sanidad envíe la información solicitada antes de concluir el plazo marcado de siete días y que finaliza la próxima medianoche.
ICAL/“Nosotros somos responsables de nuestras decisiones. Pero en esta vida cada uno es responsable de sus decisiones en su ámbito. En la Justicia, como no puede ser de otra manera, es el juez, y será él quien determine si el riesgo en Aranda es suficiente o no para mantener la medida”, expuso Igea, quien determinó que en este caso la Junta se somete a la decisión judicial y si suspende el confinamiento lo acatará y posteriormente “intentará poner todos los medios para contener la difusión del COVID-19”.
En todo caso, Igea consideró que “no tiene sentido acabar con el aislamiento siete días después sin haber pasado los 14, porque no se podrá saber con seguridad cuánta gente está contagiada y si hemos frenado la expansión”. “Son criterios sanitarios. Pero mientras, el juez es el que decide si continúa el confinamiento. Si no lo autoriza se levantaría a partir de mañana o el sábado”, comentó. Además, rechazó que la Junta «tome o no decisiones por temor a una decisión judicial».
En el mismo sentido se postuló la consejera de Sanidad, Verónica Casado, quien deslió que “sería muy triste que en dos días, por levantar el confinamiento, empeorara todo lo anterior y se tirara el trabajo logrado”.
La consejera explicó que el aislamiento ha provocado que en Íscar y Pedrajas de San Esteban “haya bajado la incidencia acumulada” y que la decisión de 14 días “no es tema baladí o capricho, sino el tiempo necesario y recomendado por la OMS”. Las tasas de incidencia por cada 10.000 ha sido de 40 en la última semana y ahora es de ocho en los últimos siete días. “El esfuerzo y sacrificio de sus habitantes ha sido claro y de no haberse hecho hablaríamos de centenares de afectados”. De hecho, confió en que su confinamiento “en principio” acabe mañana “si no hay sorpresas hoy.
Mientras, Aranda de Duero “está comenzando a frenar y girar la curva”, según explicó Casado, pero las decisiones “tienen un tiempo para demostrar la eficacia, y ese son 14 días del tiempo de incubación”. “Ahora estamos viendo lo que ha pasado hace una o dos semanas. Las medidas tardan un tiempo hasta que el virus presenta síntomas”, comentó, para responder a quienes piden el fin del aislamiento en la localidad ribereña.
Así, habló de “transmisión comunitaria” en el municipio, motivo por el que se autorizó durante siete días por el juez y ahora se prevé una prórroga. “Es una medida en la que se ve su eficacia”, explicó la consejera, pues la evolución incrementó en los primeros días de forma exponencial, con 230 casos en última semana que se traduce en 67,56 positivos por cada 10.000 tarjetas sanitarias, “superior a Aragón en ese momento, la comunidad más castigada”. “De no haberse tomado esas medidas estaríamos como ellos”, expuso. Dado que se continuó declarando casos, a principios de semana la cifra alcanzó 116,8 cada 10.000 personas, pero en dos días ha bajado a 71. “La tendencia comienza a cambiar y creemos que no es el momento de levantar las medidas”, sentenció Casado, quien contabilizó en 472 casos los contagios en Aranda desde el 27 de julio.
También consideró una “verdad a medias” el hecho de que los habitantes de Aranda “se hayan ido a los pueblos de la comarca”, que es otra zona básica de salud en la que no hay transmisión comunitaria. “Los pocos casos que ahí están controlados y de hacer algún confinamiento sería en algún municipio, pero no en toda la zona básica”, dijo.