En tiempos de coronavirus, quizá es la mejor elección para olvidarse (aunque solo sea un poco) de todo lo que nos ocurre, cuando estamos inmersos en esta pandemia de la Covid-19. Una ruta o paseo por la naturaleza salmantina sirve para despejar cuerpo y mente y, de paso, mover nuestro cuerpo después de un confinamiento severo.
Por ello, existe una ruta en la provincia de Salamanca que une Baños de Montemayor y Béjar, que esconde mucha historia por el camino, tal y como recoge la página web del ministerio de Agricultura:
Este tramo del Camino Natural Vía de la Plata se vale del trazado del antiguo ferrocarril Astorga-Plasencia, que discurre a media ladera por las faldas del límite occidental de la sierra de Béjar, declarada, en conjunto con la vecina sierra de Francia, Reserva de la Biosfera en 2006. La Ruta Vía de la Plata, itinerario turístico-cultural basado en la calzada romana entre Augusta Emerita (Mérida) y Asturica Augusta (Astorga) que da nombre al camino, transcurre en paralelo al camino natural durante gran parte del recorrido.
Partiendo del límite municipal entre Hervás y Baños de Montemayor, a unos dos kilómetros del inicio se llega a la antigua estación de Baños de Montemayor. El edificio principal de la estación, bien conservado, se encuentra en desuso, y alrededor de él se ha creado un área recreativa arbolada, con mesas, juegos infantiles y unas impresionantes vistas del valle de Ambroz, destacando el embalse de Baños.
El camino cruza la carretera de Baños de Montemayor a La Garganta (mucha precaución, la carretera es muy sinuosa por lo que no tiene muy buena visibilidad) para internarse en el bosque mixto de caducifolios que tapiza las laderas de la sierra, y será la compañía constante hasta la llegada a Béjar.
La compañía de robles, castaños, arces, fresnos, serbales, avellanos, etc. proporciona sombra al viajero durante el camino y, especialmente en otoño, una gran variedad de colores para hacer el tránsito por esta antigua vía de ferrocarril mucho más atractivo. Durante todo el trayecto también va a ser común ver, a los lados del camino, los restos de las construcciones asociadas al mantenimiento de la vía del ferrocarril.
Tras un kilómetro y medio, se alcanza una pasarela sobre el río Garganta, un pequeño curso de agua que servía para mover los molinos de Baños de Montemayor, y apenas unos metros después se llega al primero de los túneles de la ruta. Con más de 200 m, el túnel cuenta con iluminación artificial, (aunque es aconsejable llevar linterna). Tras el túnel el camino dibuja una amplia curva en la que la vegetación a la izquierda del camino se abre, permitiendo unas espectaculares vistas del valle, con la localidad de Baños en primer plano, y de nuevo el embalse al fondo.
Algo menos de un kilómetro tras la salida del túnel, se cruza el límite provincial (y autonómico) entre Cáceres y Salamanca, y tras otro kilómetro se alcanza la estación de Puerto de Béjar. Alrededor de esta estación, cuyo edificio principal se ha rehabilitado, surgió un núcleo de población (Colonia de La Estación) dependiente de la localidad de Puerto de Béjar. Como curiosidad, relacionada con el nombre de este camino natural, en 2001 se llevó a cabo la puesta en valor de un pequeño tramo de la calzada romana, habilitándose una aula de interpretación al aire libre sobre esta vía romana (Iter ab Emerita Asturicam) bajo dicha autovía; a este lugar se puede acceder, a 600 m, desde la estación.
Continuando la ruta, se cruza sobre la N-630 ya en las proximidades de Puerto de Béjar, pudiendo accederse a esta población desde alguno de los senderos que parten a la derecha del camino. Dejado atrás Puerto de Béjar, el camino continúa sin cambiar el paisaje durante 3 km, hasta llegar a los alrededores de Cantagallo, donde el bosque se abre. Aunque no sea visible gracias a la vegetación, tan solo unas decenas de metros separan el camino de la autovía A-66. Tras pasar bajo uno de los accesos por carretera a esta población salmantina se llega a un área de descanso en el lugar en que se encontraba un apeadero, del que no queda ningún resto. Desde este punto es posible acceder por un camino a Cantagallo.
Se abandona Cantagallo tras pasar bajo otro acceso a esta localidad, quedando el camino encajado entre la autovía, a la izquierda, y la carretera N-630 a la derecha. El camino vuelve a la compañía del bosque de frondosas, y cruza bajo la carretera. Alrededor del kilómetro 13,500 un sendero a la derecha permite acercarse al “Cedro de la Francesa”, un cedro del atlas centenario de gran porte considerado árbol monumental. La carretera N-630a se vuelve a cruzar, esta vez sobre ella por un puente metálico, llegándose a la estación de Béjar. Los edificios de la estación están todos en muy buen estado, habiéndose restaurado para su uso como restaurante y albergue. También se ha habilitado una amplia área de descanso, así como un mirador hacia la muralla de Béjar. Algunos de los elementos de los tiempos en que los trenes paraban aquí se han recuperado y puesto en valor, como un tramo de vía, semáforos y los cambios de aguja.
El casco antiguo de Béjar tiene una singular localización, cubriendo una colina casi rodeada por el río Cuerpo de Hombre. Cuando se construyó el ferrocarril, se decidió salvar este accidente geográfico mediante un túnel que pasa justo bajo la población y es por ese túnel, perfectamente rehabilitado e iluminado, por donde ahora discurre el camino natural. Antes de entrar en el túnel, un sendero permite llegar hasta Béjar por su lado sur, una visita obligada para disfrutar de su patrimonio histórico (murallas medievales, iglesias de origen románico como la de Santa María la Mayor, la de Santiago o la de San Juan Bautista, o el palacio Ducal) o artístico (museo Mateo Hernández, museo de arte sacro), además de ser el centro de servicios de la comarca de Sierra de Béjar.
La iluminación de este túnel de casi 400 m permite apreciar su cuidada factura, sobre todo si se tiene en cuenta que se construyó entre 1889 y 1891. Aproximadamente en la mitad de su trayecto el caminante se halla 50 m por debajo de la Plaza Mayor de Béjar. Justo a la salida del túnel se cruza el río Cuerpo de Hombre por un puente, junto a una de las muchas fábricas textiles, ésta convertida en museo sobre esta industria tan ligada al desarrollo de Béjar durante los siglos XIX y XX. Una ruta (indicada como ruta de las fábricas textiles) que recorre la ribera del río y permite admirar las antiguas fábricas de paños parte a la izquierda del camino natural, justo tras pasar bajo una carretera de acceso a Béjar.
No se tarda en llegar al último túnel de la ruta, este de menos de 200 m, tras el que se abandonan las últimas fábricas de Béjar. Tras pasar bajo la autovía A-66 y rodear un polígono industrial mediante la amplia curva que describe el recorrido se abandona también el valle del río Cuerpo de Hombre. Hasta el final del recorrido, el camino cambia la compañía del denso bosque de caducifolios por un bosque adehesado de melojos y fresnos y prados en los que pasta el ganado vacuno. Echando la vista atrás, se pueden admirar las cumbres de la Sierra de Béjar y hacia el este, al fondo, la silueta de la sierra de Francia. Tras cruzar por debajo de la carretera SA-220, tan solo faltan algo menos de 1400 m para alcanzar el límite municipal entre Béjar y Navalmoral. Aunque este tramo del Camino Natural Vía de la Plata termina en este punto, Navalmoral de Béjar queda a menos de un kilómetro y el Ayuntamiento ha desbrozado la vía para permitir el acceso a su casco urbano.
Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia
La Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia, se localiza al sureste de la provincia de Salamanca, limitando con las provincias de Ávila y Cáceres. Aunque desde el punto de vista biogeográfico se sitúe en la región Mediterránea, pero existen varias zonas que tienen una clara influencia eurosiberiana, lo que confiere a esta zona una gran riqueza natural, encontrándose interesantes lugares en los que confluyen ambas regiones.
Los bosques de roble y encina están presentes a lo largo de toda la Reserva, y junto a ellos aparece la famosa dehesa de encina, de roble y de fresno en las zonas más frescas. En multitud de lugares se sitúan bosques de castaño. Junto a estas formaciones representativas existen algunas singulares, como el bosque de Madroño de Miranda del Castañar, las zonas de Acebo del bosque de la Honfría en Linares de Riofrío o el bosque de Quercus robur en San Martín del Castañar.
La gran variedad de flora (con más de 2.000 especies) proporciona una alta diversidad de hábitats poblados por más de 5.000 especies de invertebrados y 300 de vertebrados. Entre éstos destacan por su importancia dos endemismos, la colmilleja del Alagón (Cobitis vettonica) y la lagartija de la Peña de Francia (Iberolacerta martinezricae), junto a especies bandera como la salamandra, los buitres leonado y negro, el águila-azor perdicera, la cigüeña negra, y dentro de los mamíferos, especies de caza como jabalí y el ciervo o el lince ibérico.
1 comentario en «Una ruta por Salamanca (I): de Baños de Montemayor a Béjar»
Este mes de agosto he hecho esta ruta..Me ha impresionado de bonita que ha sido. La ruta de las fábricas impresionante … La recomiendo….