Los vecinos de Vegalatrave temieron que el incendio de Lober de Aliste “entrara en el pueblo”

Los habitantes de Vegalatrave (Zamora) llegaron a temer que “entrara en el pueblo” el incendio que se declaró, por causas todavía no descritas, en Lober de Aliste ayer, a las 14.01 horas. La rapidez con la que avanzaron las llamas, que rodearon la localidad de Domez y que se desplazaron hasta el municipio de Vegalatrave -que cuenta con 90 personas empadronadas, aunque en estas semanas sobrepasa los dos centenares de habitantes- hicieron que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente declarara a las 16.35 horas el nivel 2 de peligrosidad, que todavía se mantiene

ICAL.  “Hubo un momento en el que pensamos que entraba en el pueblo. Se quedó a escaso metros y cambió la dirección del viento. Hemos pasado un noche con muchos nervios. Ha sido muy larga e intensa. Ahora parece que está controlado aunque siguen muchos medios actuando, incluidos los aéreos”, reconoció, en declaraciones a la agencia Ical, la alcaldesa de Vegalatrave, María Isabel Álvarez.

“Da pena ver cómo ha quedado todo. Se ha quemado una amplia superficie de encina y roble y hasta ha ardido una nave con pacas de paja. Por suerte, no afectó a la casa que estaba cerca. Además, todo el pasto y el rastrojo ha ardido también”, describió.

Por lo que se refiere al municipio de Gallegos del Río, al que pertenece Lober de Aliste, donde se inició el incendio, la situación está “bastante más tranquila y no parece haber problemas, siempre que no se activen de nuevo las llamas con el viento que está empezando a soplar”, según comentó a Ical el alcalde, Pascual Blanco. “están los medios de extinción trabajando y, en el valle, hay media docena de personas del pueblo con la cuba de los tractores, a la expectativa”.

“Domez es la localidad más afectada. Todo alrededor se quemó. Todo el arbolado de encinas, robles y fresnos se ha chamuscado. En Lober fue poco porque se desvió enseguida”, precisa.

En la zona llegaron a intervenir el sábado hasta catorce medios aéreos, incluyendo helicópteros de la base de Rosinos de la Requejada y Villardeciervos (Zamora), así como de la de Guadramiro (Salamanca), dos de Lubia (Soria), uno de Tabuyo del Monte (León), dos de La Iglesuela del Tiétar (Toledo), un helicóptero de coordinación, aviones anfibios de Labacolla (A Coruña) y Matacán (Salamanca), un avión de coordinación y dos aviones de carga en tierra de Rosinos de la Requejada.

Perímetro de 34 kilómetros

En la actualidad, el incendio, que tiene un perímetro estabilizado de 34 kilómetros, no presenta llama desde las tres de la pasada madruada y mantiene sobre el terreno a más de 160 personas, según informaron fuentes de la Junta de Castilla y León.

En la extinción intervienen once técnicos, 20 agentes medioambientales, cinco helicópteros, el helicóptero de coordinación de la Junta, nueve ELIF, diez buldócer, 15 autobombas, tres cuadrillas nocturnas y 19 cuadrillas de tierra. Está establecido el Puesto de Mando Avanzado. Apoyan la extinción del incendio efectivos de la UME, tres BRIF, seis helicópteros, dos aviones anfibios, dos aviones de carga en tierra y un avión de coordinación del Ministerio. También colabora la guardia civil, tres dotaciones de Bomberos de la Diputación de Zamora y personal sanitario del SACyL.