La Junta de Castilla y León ha dictado medidas de contención más estrictas en las ciudades de Valladolid y Salamanca ante el importante crecimiento de las tasas de contagio por la COVID-19 y la presión que empiezan a recibir los hospitales, según anunció este martes el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea.
Estas nuevas normas suponen una reducción de los aforos en la mayoría de las instalaciones donde se produce la vida social y devuelven a ambas capitales a la etapa de las restricciones, según dijo el vicepresidente Igea, aunque no se anuncian limitaciones a la movilidad con otros municipios.
Tanto Igea como casado señalaron que el empeoramiento epidemiológico en ambas ciudades se ha debido al aumento de la movilidad y a la relajación de los ciudadanos en el cumplimiento de las normas de seguridad, como el uso de la mascarilla, el lavado de manos y el mantenimiento de la distancia interpersonal.
Además de las limitaciones de aforo en los espacios públicos y actividades, se incrementará la vigilancia policial para sancionar a los que se salten las normas. «Somos más partidarios del compromiso que de la sanción», dijo Igea, quien agregó que «nuestra obligación es no cansarnos, sino resistir. Hoy se salvan más vidas poniendo multas que con las patrullas ordinarias que van a atracos o a detener delincuentes», precisó.
La consejera de Sanidad señaló que en Salamanca y Valladolid «hay transmisión comunitaria» del coronavirus «y por eso hemos tomado esta decisión».
Las restricciones se revisarán cada semana, pero recordó que la incubación del virus dura hasta 14 días.
Igea advirtió de que en los próximos días asistiremos a un nuevo pico de contagios, ingresos en planta del hospital, en la UCI y de muertes en ambas capitales.
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