La consejera de Educación, Rocío Lucas, presentó este lunes el próximo curso escolar que en el caso de Infantil y Primaria se inicia el próximo miércoles, un curso que será “diferente” y que aseguró que se afronta “con responsabilidad e ilusión”. Lucas garantizó que se han adoptado las medidas necesarias para garantizar el binomio básico que pasa por el mantenimiento del metro y medio de distancia entre los alumnos, que tendrán que utilizar de forma obligatoria la mascarilla.
ICAL. La consejera aseveró que para dar cumplimiento a las distancias de seguridad, se han aprovechado «todos los espacios en los centros» y confirmó que «no ha habido que acudir fuera del ámbito educativo» para contar con espacios que permitieran garantizar las medidas de seguridad. espacio.
Lucas insistió en que el “deseo” de la Consejería de Educación es favorecer que los alumnos vuelvan a las aulas, después de seis meses, y lo hagan “con las mayores garantías” para que todos los niños accedan a la educación “con igualdad, calidad, equidad, innovación y éxito” para que la educación siga siendo “el porte de una sociedad avanzada, justa y culta”, declaró.
El número de alumnos en la enseñanza de régimen general se incrementa este año un 0,18 por ciento hasta llegar a los 347.575 alumnos, además de que se refuerza de manera notable el número de profesores, que crece hasta los 1.105 como consecuencia tanto de la incidencia por el COVID-19 como del incremento de escolarización, frente a los 132 que se sumaron el curso pasado.
Esta tendencia positiva viene motivada por el aumento en el caso de Bachillerato (0,55 por ciento más) y Formación Profesional (2,09 por ciento), etapas que alcanzan los 32.252 y 41.741 alumnos respectivamente en la Comunidad. El resto de etapas formativas ven caer, aunque de manera ligera, el número de alumnos en sus aulas.
En el caso de Infantil y Primaria, etapas educativas que comienzan el curso el próximo miércoles, el número de alumnos experimenta un ligero descenso. En el caso del primer ciclo de Educación Infantil, la caída es del 0,97 por ciento, hasta los 10.906 frente a los 11.013 del curso pasado. En el caso del segundo ciclo de Infantil, se registra un descenso del 0,39 por ciento, hasta los 52.945 alumnos.
Apenas varía en el caso de Educación Infantil, donde Castilla y León contabiliza un descenso de alumnos de 76 alumnos, es decir, un 0,06 por ciento, hasta los 122.529; un dato muy similar al que se registra en el caso de la Educación Secundaria, donde se pierden 32 alumnos (un 0,04 por ciento) hasta los 84.847. También en Educación Especial se registra un ligero descenso del 0,31 por ciento hasta los 1.307 escolares.
Según explicó la consejera de Educación, el medio rural supone “una prioridad” para la Junta, de ahí que se mantengan abiertos los centros con tres o cuatro alumnos, unas circunstancias que se darán en 40 colegios, uno más que el año pasado. De ellos, se prevé que sean 16 los que cuenten con tres alumnos (el doble que el año pasado) en las provincias de Ávila, Palencia, Segovia y Zamora (dos en cada una), cuatro en León, tres en Salamanca y uno en Valladolid. Con cuatro alumnos se prevé que haya 27 centros (frente a los 34 del curso pasado), de los que siete se ubicarán en León y Salamanca, tres en Ávila, Valladolid y Zamora, dos en Segovia y uno en las provincias de Burgos y Palencia.
En Educación Infantil y el primer curso de Primaria, se constituirán grupos estables de convivencia de 22 escolares que no necesitarán el uso de mascarilla ni guardar las distancias de seguridad, si bien estos grupos no interactuarán con el resto y no compartirán espacios en la medida de lo posible. Según aclaró la consejera, existe algún caso “puntual” de grupos de 23 alumnos en lugar de 22, pero aclaró que no resultaba adecuado separar en dos grupos al tiempo que recordó que el “tope” de los grupos estables de convivencia establecido por el Ministerio es de 25.
Este curso vendrá también marcado por el aumento de la plantilla de profesorado, que ha crecido en 1.105 profesionales, además de que no se descartan nuevas contrataciones si así fuera necesario, en función de la evolución de las matriculaciones en aquellos estudios que aún están abiertas. Se pretende así dar cobertura tanto a las necesidades ordinarias como de los grupos COVID-19, que reducirán en una hora su jornada lectiva para atender las demandas de la pandemia. Esta situación conlleva “desdobles” lo que ha favorecido también el número de contrataciones de profesorado.
De estas incorporaciones, “la mayoría” corresponden a escuela pública (845) mientras que los 260 restantes corresponden a la escuela concertada. De esta forma, el número total de profesores en la Comunidad ascenderá este curso a 35.314 frente a los 34.209. De ellos, 27.667 darán formación en la escuela pública y 7.647 en la escuela concertada.
La digitalización es otro de los “retos” que afronta el sistema educativo de la Comunidad que, a juicio de la consejera de Educación se encuentra “mejor preparado” para poder afrontar la educación a distancia si así fuera necesario. Para ello, además del refuerzo del equipamiento de las aulas, se han adquirido 17.000 portátiles para su préstamo a los alumnos que puedan necesitarlos y se ha reforzado la formación del profesorado con más de 34.000 plazas.
Rutas combinadas
Los servicios complementarios funcionarán desde el primer día de clase, aunque en esta ocasión adaptados a la nueva situación. Según relató la consejera de Educación, el transporte escolar duplicará el número de acompañantes y los vehículos se desinfectarán después de cada viaje. En total, se prevé que unos 35.500 estudiantes utilicen las más de 2.000 rutas, que contarán con una inversión de 47,5 millones de euros.
En relación a las rutas combinadas, la consejera confirmó que “se van a plantear igual” y está previsto que se mantengan, de manera que los escolares compartan vehículo con el público general después de que no se hayan “planteado problemas”. Sin embargo, sí se ha instalado una mampara para separar al alumnado del resto de viajeros, además de que cada niño irá “en el mismo asiento”. Por su parte, 515 comedores atenderán a casi 50.000 usuarios, de los que más de 20.000 no tendrán que pagar nada.