Dos buenos motivos, uno ideológico y otro puramente material, tiene el radiopredicador Federico Jiménez Losantos para mantener poco menos que un pedestal al vicepresidente de la Junta y fracasado lider del sector crítico de Ciudadanos, Francisco Igea.
El primero consiste en meter el dedo en el ojo a Inés Arrimadas, otrora heroína martillo de herejes del secesionismo catalán y hoy al borde del anatema por sus devaneos pactistas con el malhadado Pedro Sánchez. Este maartes Federico ha tenido como entrevistado principal a Igea, al que ha practicado una entrevista-masaje solo al alcance de sus preferidos políticos, que en la actualidad coincide que suelen ser de Vox, excepción hecha de Cayetana Álvarez de Toledo, otra de sus heroinas.
El plácido diáogo entre Igea y Losantos tan solo ha tenido una mínima discrepancia cuando Igea ha equiparado a Vox y Podemos en materia de populismo, ante lo que Federico ha saltado como un resorte para reivindicar la figura patria de Santiago Abascal, para él un perseguido de ETA, frente la abyecta trayectoria política de Pablo Iglesias, para el, además de filoetarra, un aventajado discípulo del narcorégimen bolivariano instaurado por Chávez en Venezuela.
Naturalmente, FJL no ha tenido a bien sacar a colación la tormenta política desatada en Castilla y León por la referencia a los 4.000 ataudes de las víctimas de la pandemia, y de otro lado, en relación con la presunción de inocencia que se hurta a la clase política, Igea se ha presentado poco menos que como víctima de un linchamiento por el juicio de faltas al que se vió sometido a raíz de la denuncia de amenazas presentada por otro afiliado de Ciudadanos. ¿Qué linchamiento, cuando el propio denunciado reconoció expresamente la existencia de tales amenazas? Suerte la que tuvo con dar con una juez tas sumamente indulegente. (A propósito del caso, y a tenor de determinadas hechos constatados posteriormente, no parece que la acusación de “cuñadismo” atribuida al denunciante estuviera carente de fundamento).
El otro motivo, no menos importante, es mucho mas prosaico. FJL está a la expectativa de la convocatoria de un concurso para la adjudicación de nuevas frecuencias de radio en Castilla y León, oportunidad en la que espera pillar cacho propio en el espectro radiofónico de esta comunidad. Esta misma razón ya le llevó en su día a hacer otra entrevista-masaje al propio Alfonso Fernández Mañueco. El final felíz para Federico sería conseguir esas ansiadas licencias. Igea y Mañueco ya se lo montan ellos solos.