[dropcap]P[/dropcap]ermítanme que hoy les hable de otra vuelta al cole segura: La que demandan desde hace muchos años familias de niños y adolescentes víctimas de Acoso Escolar.
Esa vuelta, por la que no dimite nadie, al no cumplir los protocolos, ni las medidas que legal y moralmente, deberían de cumplir.
Para todos estos menores que se incorporan de nuevo a las aulas, después de un cierre de curso atípico, en el que muchos de ellos, volvieron a sonreír de nuevo al refugio de su hogar, volver no será fácil. Posiblemente, ni los dos metros de distancia evitará ser la diana de unos pocos y la indiferencia de muchos.
Y es aquí donde el lavado de manos empieza a hacer su cometido.
La adaptación como tal de estos menores en muchos centros no existe. Al igual que tampoco existe con colectivos vulnerables de padecer Acoso Escolar. La integración que debería de estar presente en la mayoría de los casos no se lleva a cabo.
En ocasiones, la única respuesta obtenida es que hay que aprender a olvidar y a perdonar.
Quizás a lo que habría que enseñar y esto también vale para casa, es a que no haya situaciones por las que se necesite tener que pedir perdón.
Aún así, perdonar no lleva implícito el poder olvidar y nunca se sabe, cuando los ‘demonios’ de la desconfianza y el miedo, volverán a aparecer y harán de las suyas.
Puede ser que si hubiera una Tolerancia 0 real y no solamente carteles colgados de pasillos en algunos lugares, con ese mensaje, no tendríamos que ver imágenes como las que se ven en los Telediarios, llenos de noticias de abusos, violencia e injusticias que muchas veces, se quedan al margen de la Ley, al ser menores y no poder actuar sobre ellos.
Quizás tampoco hubiéramos visto la humillación y el trato vejatorio a una anciana, mientras era grabado entre risas, por dos ‘auxiliares’ o estudiantes de ello.
Imágenes de vergüenza ajena que aparecen en las noticias causando una repercusión mediática y que como por arte de magia, al día siguiente se diluyen en el olvido, mientras el maltrato vuelve a ser una asignatura que suspende una y otra vez este País.
Crear entornos educativos seguros y no solo en tiempos de Pandemia es necesario, para que la confianza en la Educación, tan castigada desde hace años, no sufra más retrocesos en su calidad, como así lo muestran algunos estudios, pero sobre todo para que ningún niño le sea robada la infancia y la oportunidad de ser feliz.
Más información: Asociación Salmantina contra Bullying y Cyberbullyin -ASCBYC-