Hace justo seis meses, el pasado 11 de marzo, la OMS declaró la pandemia por coronavirus, y si alguien nos hubiera dicho entonces que a estas alturas estaríamos con la mascarilla puesta y mirando de reojo al de al lado por si acaso, no nos lo habríamos creído.
Por el camino la Covid ha segado ya en la provincia algo más de 700 vidas entre el hospital y las residencias de mayores, pero se cree que hay decenas de muertes más que no se cuentan en esas estadísticas oficiales de personas que han muerto en sus casas o sin diagnóstico.
Un total de 6.733 personas han dado positivo con prueba en el conjunto de la provincia y 1.484 han superado la enfermedad tras estar ingresadas en el Hospital Clínico.
No hay tratamiento ni remedio para la Covid, así que solo se tratan los síntomas que presentan los pacientes y, en los casos más graves con insuficiencia respiratoria, se les administra el Remdesivir, el único fármaco (que ya existía y se utilizaba en otras dolencias) que ayuda a los enfermos con problemas respiratorios más agudos. Los sanitarios hacen lo que pueden estando como han estado, casi a punto de verse desbordados, y semiabandonando la asistencia de todo lo que no es Covid.
Lo que no ha cambiado desde el primer día es que el único tratamiento que hay por el momento es no contagiarse, y para eso se ha establecido la obligatoriedad de llevar mascarilla (fundamentalmente para que no contaminemos a los demás, si tenemos el virus y no lo sabemos), el lavado frecuente de manos y mantener la distancia interpersonal.
Con todo y con eso hay quienes se lo han saltado a la torera y Salamanca dio un paso atrás a primeros de septiembre, debido al rebrote acusado de contagios que se produjo a partir de las fiestas del 15 de agosto y al descontrol de las terrazas y la noche.
A mayores, el Ayuntamiento de la ciudad del Tormes estaba organizando la feria de día para llenar de casetas Salamanca para celebrar las fiestas. Entre lo primero y la que se avecinaba, la Junta nos puso en el purgatorio hace ocho días, para frenar el virus y a un Ayuntamiento que más parece una delegación de la asociación de hostelería.
Las restricciones a la vida social aplicadas han surtido efecto y mientras Valladolid (la otra capital enviada al purgatorio) sigue con un ritmo de contagios muy elevado, Salamanca ha moderado ostensiblemente la transmisión.
Ahora se ha producido el inicio del curso, una incógnita sobre su impacto en los contagios, y algunos hosteleros ya están esperando como agua de mayo el levantamiento de las restricciones para volver a las andadas.
Un sector, el hostelero, que es el más perjudicado junto al comercio por la limitación de movimientos e interacciones personales. Ambos estaban tocados antes de la pandemia, pero esto los ha dejado heridos de muerte.
Un tira y afloja que se traduce en contagios, hospitalizaciones y muertes, menos que en abril y mayo, pero con un goteo constante de vidas humanas.
La última, ocurrida en el hospital en las últimas horas, una jornada en la que se han notificado 53 contagios más (seis de ellos con síntomas) y diez altas en el hospital. Quedan este viernes 68 hospitalizados en planta (nueve más que la víspera) y otros seis en la UCI (uno más).
En el conjunto de Castilla y León se han registrado 579 nuevos casos de la enfermedad COVID-19, con lo que su número actual acumulado es 40.993; de esa cifra, 34.524 han sido confirmaciones través de pruebas PCR.
Los nuevos positivos se han declarado atendiendo a la definición de caso confirmado de infección por SARS-CoV-2 adoptada por la Autoridad sanitaria nacional. De los 579 nuevos casos notificados este viernes al centro de alertas de acuerdo con el actual criterio epidemiológico del Ministerio de Sanidad, 63 tienen diagnóstico durante el día anterior.
Los brotes activos actualmente en el conjunto de la Comunidad son 169 (21 en Salamanca) y los casos positivos a ellos vinculados, 1.490 (262 en Salamanca).
El total de altas hospitalarias asciende este viernes a 9.462, 32 pacientes más y desde la víspera se han notificado dos decesos en ese ámbito asistencial, con lo que el número acumulado de personas fallecidas en de 2.163.
En las residencias de mayores de Salamanca no se han producid nuevas bajas, hay dos positivos menos y los mismos ancianos aislados con síntomas (15).